Un piso de 100 metros cuadrados en la ciudad cuesta casi 40.000 euros más que hace 7 años

No había sido tan caro comprar una vivienda en Vigo desde hace 10 años. En noviembre de 2012, año de resaca tras el pinchazo de la burbuja del ladrillo, para adquirir un piso de 100 metros cuadrados, había que desembolsar 210.000 euros, casi los mismos que ahora: 209.700 euros. Entre ambos ejercicios, la ciudad registró la cifra más baja de la serie histórica: 1.699 euros el metro cuadrado en febrero de 2016. Es decir: hacerse con una vivienda en propiedad cuesta ahora, de media, casi 40.000 euros más que hace unos siete años, una evolución que no se corresponde en absoluto con la de los salarios.

El precio de viviendas de obra nueva se dispara un 30% y frena una demanda al alza en Vigo

Los datos los reporta Idealista, el portal de compra venta online más grande del Estado y que más propiedades tiene indexadas en su base de datos. Incluye los registros tanto de las propiedades nuevas como de las usadas. El precio medio de la vivienda en la urbe olívica, aunque con oscilaciones leves, mantiene una tendencia al alza desde junio de 2019, pero todavía se queda lejos del máximo histórico: 2.431 euros por metro cuadrado, cantidad alcanzada en febrero de 2010.

Los precios de las viviendas del centro son, como es habitual, los más altos del municipio: 2.228 euros el metro cuadrado. Le acompañan en el podio el ámbito de Alcabre y Navia, con 2.225 euros el metro cuadrado, y Coruxo-Oia-Saiáns, con 2.105 euros el metro cuadrado. En la parte más baja de la tabla, están Teis, con un precio medio de los pisos y casas en venta de 1.673 euros el metro cuadrado; Valladares-Beade, donde este tipo de propiedades se sitúan en 1.274 euros el metro cuadrado; y Candeán-Cabral: 1.244 euros.

La ciudad gallega que encabeza el ranquin es A Coruña, donde el precio medio alcanza los 2.276 euros el metro cuadrado. También en la urbe del norte se anota un récord: desde enero de 2013, la cifra no era tan alta. Las dos razones que explican la subida de los precios de la vivienda son la falta de oferta en un momento de elevada demanda y el alza de los costes de la construcción en un contexto inflacionista.

“La alta velocidad a Ourense y Oporto es primordial. Los inversores se fijan”

Benito Iglesias - Presidente Fegein

El presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) y al Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo (Asemi), Benito Iglesias, destaca que la ciudad olívica sigue siendo la “apuesta clara” para todo de inversores gracias a la aprobación definitiva de la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se espera a finales del próximo año. “Dará seguridad jurídico-urbanística, por lo que las expectativas son buenas en el mercado de la vivienda”, apunta.

El documento urbanístico prevé la construcción de unas 50.000 viviendas, de las que en torno a 14.500 serán de protección. También traerá bajo el brazo la cobertura parcial de la AP-9, la construcción de una glorieta a la altura de la avenida de Buenos Aires para favorecer la conexión entre el barrio de Teis y su industria con el centro de la urbe, el tramo en Vigo de la futura autovía A-59 a Pontevedra, una carretera para unir el Seminario con el Hospital Álvaro Cunqueiro, la Universidad de Vigo y los polígonos de Balaídos y el PTL, la humanización de la avenida de Madrid, la construcción de ocho nuevos grandes parques –en Sárdoma, Teis, Matamá o la avenida de Europa–, la ampliación del polígono de Balaídos y del Parque Tecnológico y Logístico (PTL) de Valladares o la reordenación del enlace de Arquitecto Palacios con la avenida de Madrid, Martínez Garrido y Gregorio Espino.

Benito Iglesias deja claro que los inversores ponen el ojo no solo en el suelo, también en las infraestructuras o las comunicaciones, por lo que considera “primordial” la conexión ferroviaria de alta velocidad con Oporto y Ourense. “Vigo no puede dormirse. La Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial permitirá a A Coruña coger fuerza y atraer a inversores, puesto que llegarán a la ciudad personas con un perfil de ingresos altos. “El turismo está genial, pero un inversor sopesa muchos aspectos”, apostilla.

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