Virus e infecciones provocan un aluvión de consultas de fisioterapia respiratoria en bebés

Las clínicas de Vigo especializadas triplican las atenciones a pequeños respecto al año pasado y tienen lista de espera | La intervención de estos profesionales es clave para reducir el tiempo de tratamiento farmacológico

Una fisio de Vigo, 
trabajando con un bebé.

Una fisio de Vigo, trabajando con un bebé. / Carlos Ponce

Mucho se ha hablado en las últimas semanas de lo fuerte que están golpeando este año los virus y las infecciones respiratorias tanto en niños como en adultos. La bronquiolitis y la gripe, entre otras patologías, está causando estragos, llenando las urgencias tanto de los centros de salud como del hospital. Pero, especialmente los más pequeños, no necesitan únicamente tratamiento médico cuando sufren estas enfermedades. Muchos también necesitan ir al fisioterapeuta para hacer ejercicios respiratorios. Sobre todo los menores de tres años. Las clínicas especializadas de Vigo están viviendo un auténtico aluvión de peticiones de consultas.

“Diría que más que el triple que el año pasado, tenemos lista de espera”, asegura Alba Bar, fisioterapeuta pediátrica que tiene su centro en la calle López Mora. Esta profesional explica que, al nacer, los bebés cuentan con un sistema respiratorio muy “inmaduro” y cualquier catarro complica su desarrollo. Así, durante los procesos bronquiales especialmente, los bebés generan mucho moco que no son capaces de gestionar. Y precisamente los fisioterapeutas juegan un papel clave para que puedan expulsarlo.

“Nuestra función es trabajar para sacar ese moco y que no se complique el cuadro clínico del bebé. A veces son necesarias varias sesiones”, explica Yolanda García, responsable de la clínica de desarrollo infantil Espiral, ubicada en Navia y especializada en fisioterapia respiratoria.

Los niños que están atendiendo estos centros son sobre todo bebés lactantes que están atravesando algún proceso bronquial. Al llegar, normalmente se les hace una auscultación y los ejercicios consisten en técnicas expiratorias lentas para conseguir expulsar el moco. Pero el proceso no se queda únicamente en la consulta. Los profesionales también mandan deberes a los padres para que hagan ejercicios con los bebés en casa. “Hay que tener en cuenta que los niños pequeños no saben cómo toser. Por eso les explicamos a los padres cómo hacer lavados nasales y les damos las pautas para evitar posibles colapsos. También les ayudamos a identificar cuándo tienen que venir al fisioterapeuta o cuándo deben ir al médico”, explica Alba Bar.

El objetivo de estos profesionales es disminuir el proceso bronquial y el farmacológico. Es decir, estas intervenciones deben ir acompañadas del tratamiento médico correspondiente, pero pueden ayudar a que ese tratamiento dure menos días o a que el pequeño necesite menos visitas al médico.

Tal y como explican desde la Clínica Losada Crespo, otro de los centros especializados en fisioterapia infantil de Vigo, la fisioterapia respiratoria sirve para drenar las secreciones que se le puedan acumular a los más pequeños en las vías respiratorias durante una bronquiolitis. Estas secreciones si se acumulan pueden hacer que los catarros duren más o que se repitan de manera constante llegando incluso a provocar patologías más graves como la neumonía.

Con las actuaciones se busca eliminar las secreciones acumuladas para liberar las vías respiratorias; disminuir la tos para poder controlarla e incluso hacer que desaparezca del todo; evitar complicaciones mejorando aspectos como los anteriores, para que la bronquiolitis no derive en un ingreso hospitalario o evolucione a patologías más serias; mejorar el sueño y la alimentación ya que, como es normal, si el niño se encuentra mal estará con menos ganas de comer o le costará más dormir; y favorecer la llegada de medicamento inhalado al pulmón profundo gracias a la descongestión de las vías respiratorias.

Hay que recordar que los centros de salud y las urgencias pediátricas del Cunqueiro siguen recibiendo a diario a un elevadísimo número de niños con fiebres, resfriados comunes o catarros. La inmensa mayoría se deben a una infección por bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), de la que la mayoría de niños se están contagiando en las guarderías. Está afectando especialmente a los menores de cuatro años y lo que están detectando los profesionales sanitarios es que hay muchos pequeños infectados que a las dos semanas sufren una especie de posbronquiolitis en la que se repiten exactamente los mismos síntomas y, en ocasiones, incluso con más virulencia.

De lo que no hay dudas es de que el virus está circulando de forma notoria y provocando que haya niños que estén cayendo varias veces. El principal motivo de la situación que se está viviendo en las últimas semanas es que es el primer curso desde el inicio de la pandemia en el que no hay medidas de restricción, especialmente el uso de la mascarilla, por lo que los pequeños tienen una exposición a posibles infecciones mucho mayor que en los dos años anteriores.

Estos virus son patógenos que dan lugar a cuadros respiratorios que fácilmente pueden confundirse con catarros y que guardan ciertas similitudes con el asma. Provocan una inflamación de los bronquios que se manifiesta con una respiración silbante.

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