Un adiós amargo para la estación de autobuses

Una de las entradas
de la vieja estación
de buses.  // José Lores

Una de las entradas de la vieja estación de buses. // José Lores / B.M.

B.M.

La casualidad quiso que la estación de autobuses de la avenida de Madrid celebrase el 33 cumpleaños y sufriese su adiós la misma semana. El pasado viernes, fue el último día en el que los autocares y los pasajeros compusieron la banda sonora de una infraestructura que queda ahora abandonada y sin esperanzas de que recupere el pulso, al menos, a corto plazo.

El silencio impera en el interior del complejo, que permanece cerrado. Los carteles informando de la apertura de la nueva estación de Vialia, en funcionamiento desde el sábado, confirman su punto final, aunque todavía se sigue utilizando la zona de aparcamientos, su única vía de comunicación con el presente.