A Portugal a por los medicamentos que faltan en Vigo

Pacientes acuden especialmente a por tratamientos contra la depresión agotados en las boticas españolas, pero que en el país vecino sí tienen stock y aceptan recetas del Sergas

Dos clientes salen de una farmacia del municipio luso de Valença.

Dos clientes salen de una farmacia del municipio luso de Valença. / Ricardo Grobas

Las farmacias de Vigo y los municipios del entorno están sufriendo un grave problema de desabastecimiento de determinados medicamentos, algunos además fundamentales en el tratamiento de patologías crónicas. Los laboratorios están registrando continuos problemas de suministro que acaban por provocar problemas de stock en las boticas, en las que llega haber un desabastecimiento total de algunos fármacos. Tal y como informó FARO ayer, la distribución de Dumirox de cien miligramos, el principal medicamento para tratar la depresión en adultos, está limitada a cinco cajas por botica, algo totalmente insuficiente ante la enorme demanda de estas pastillas, las más recetadas por los psiquiatras ante la depresión.

Se trata de un fármaco que llevaba meses sin estar disponible y además el único genérico, la fluvoxamina, también está agotado. El Lantanon, otro medicamento que se utiliza como antidepresivo, también ha estado con problemas de stock durante mucho tiempo, aunque recientemente se ha repuesto. Los problemas de desabastecimiento son continuos.

Por eso lo que están haciendo muchos pacientes, que ven cómo sus tratamientos no están disponibles en las farmacias viguesas, han encontrado una solución: ir a Portugal. Porque en el país vecino no tienen el problema de falta de suministro que sí existe en España. “Mucha gente está yendo a Portugal, porque allí tienen existencias de sobra. Y si no tienen un medicamento concreto, tienen alternativas de otras marcas”, explica José Luis Benavente, psiquiatra de Vigo que pasa consulta en Rosalía de Castro.

Precisamente, estas últimas semanas farmacias de los municipios transfronterizos como Valença, Monçao, Vila Nova de Cerveira o Caminha se están llenando de vecinos del área de Vigo buscando fármacos recetados por sus médicos y que no encuentran en España. Por lo general, además, los medicamentos agotados, como el Dumirox, además de baratos, son muy importantes para los pacientes.

“Es un trastorno enorme para ellos. Debería haber una solución a este problema cuanto antes. Dejar de tomar una pastilla un día en tratamientos crónicos puede provocar desajustes importantes”, explica el doctor Benavente. Las personas que están acudiendo a las boticas portuguesas con receta de la sanidad pública española, por lo general, no están teniendo problema: los farmacéuticos lusos les están facilitando los medicamentos pues saben del problema de desabastecimiento que esos fármacos concretos están teniendo en España. Obviamente, con una receta de un médico privado tampoco hay problema.

Además de los antidepresivos mencionados, hay más medicamentos que faltan en las farmacias. Una de las ausencias más importantes es la del Ozempic de un miligramo, un fármaco es un medicamento contra la diabetes que se utiliza junto con la dieta y el ejercicio para tratar a pacientes adultos con diabetes de tipo 2 que no se controla de forma satisfactoria. Se trata además de un fármaco que no tiene ningún sustitutivo, es decir, no hay genérico en el mercado que se pueda utilizar en su lugar, por lo que la única opción para los pacientes ahora mismo es que el médico le cambie el tratamiento. También está siendo recetado por endocrinos en algunos casos para procesos de pérdida de peso.

La única opción que le queda a los pacientes, si no pueden conseguir el medicamento yendo a Portugal o a través de Sanidad Exterior, es consultar con su médico o su especialista para que le ajuste su tratamiento y le cambie el tipo de fármaco por otro que sí esté disponible en el mercado.

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