Más del 40% de los pacientes extubados en la UCI del Cunqueiro presentan problemas de deglución

El programa Desnutrición Zero posibilita que los afectados por la disfagia ingresen en planta comiendo casi con normalidad

La doctora Eva Menor y el 
logopeda Javier Bueno.

La doctora Eva Menor y el logopeda Javier Bueno. / FdV

Carolina Sertal

Carolina Sertal

Se trata de un trastorno que afecta a un porcentaje muy elevado de la población y que, en muchas ocasiones, está infradiagnosticado. La disfagia, cuyo día mundial se conmemoró en la jornada de ayer, consiste en la dificultad para tragar la comida y las sustancias líquidas de manera natural y que, por lo tanto, necesita de la atención inmediata de un especialista. Es un trastorno que puede aparecer por múltiples causas y en cualquier momento de la vida, pero en el ámbito de los cuidados intensivos, en el área sanitaria de Vigo la realidad es que más del 40% de los pacientes extubados en la UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro presentan esta problemática, una cifra que pasa a situarse entre el 50 y el 80% en el caso de aquellas personas con traqueostomía y que en total reporta un volumen de 300 pacientes anuales.

Integrado por un equipo multidisciplinar de 13 profesionales (médicos intensivistas, anestesistas, endocrinólogos, farmacéuticos, enfermeras de críticos, auxiliares de UCI y un logopeda), el Hospital Álvaro Cunqueiro implantó hace varios años el programa Desnutrición Zero que contempla un protocolo de cribado de disfagia en la UCI que permite detectar precozmente este trastorno en los pacientes y dar una respuesta rápida, además de vigilar los cuidados y la transición a la dieta oral, de manera que las personas afectadas pasan a ingresar en planta comiendo prácticamente con normalidad.

Gracias al programa Desnutrición Zero, se van de la UCI comiendo por boca de forma segura

La facultativa especializada en Medicina Intensiva Eva Menor es la coordinadora del grupo en el hospital vigués y explica que “un gran porcentaje de los pacientes que ingresan en UCI necesitan ventilación mecánica. Mientras están intubados, su nutrición se realiza o a través de una sonda o por vía intravenosa, pero en cuanto pueden respirar por sí mismos y les retiramos la ventilación, lo que hacemos es iniciar un cribado para detectar de forma precoz a aquellos pacientes que pueden presentar problemas de deglución”.

Según apunta esta especialista de la unidad, dicho proceso permite atajar una de las secuelas más prevalentes tras la estancia en la UCI y “asegurar que los pacientes se puedan recuperar antes y evitar complicaciones”. Asimismo, Eva Menor señala que “la detección precoz de la disfagia en la UCI implica menor gasto sanitario y mejor calidad de vida para los enfermos, porque antes de empezar el tratamiento y recuperarse de forma integral, gracias al programa Desnutrición Zero, se van de la UCI comiendo por boca de forma segura, aunque empiecen con una dieta triturada. Antes de la implantación de este programa, muchos subían a planta todavía con la sonda”.

Javier Bueno es el logopeda que forma parte del grupo de Desnutrición Zero en Vigo y comenta que “la aparición de la disfagia depende mucho del proceso que haya llevado al paciente a la UCI. La afectación neurológica debido a un ictus o algún episodio que lo haya llevado a un coma tienen más probabilidades de desarrollarla, pero uno de los principales factores de riesgo es una ventilación mecánica prolongada en el tiempo; a mayor tiempo de intubación, más riesgo”.

Tras el cribado, a través de una serie de técnicas ejercitamos la musculatura que se ha debilitado; es como si los pacientes fueran a un gimnasio para aprender a tragar

A la hora de llevar a cabo el cribado para la detección precoz, Javier Bueno indica que, tras identificar al paciente que puede presentar disfagia, “efectuamos una valoración para determinar las causas y, en función de las características, tratamos de tomar varias medidas enfocadas a compensar la dificultad, que pueden ir desde adaptar la dieta a posiciones protectoras para mejorar la deglución, de manera que recuperamos esa musculatura que puede verse debilitada durante el proceso de intubación. A través de una serie de técnicas ejercitamos esa musculatura, es como si los pacientes fueran a un gimnasio para aprender a tragar de nuevo”.

Javier Bueno y la doctora Menor no pueden dejar de hacer referencia a la importancia psicológica de superar una disfagia y afirman que “es muy importante para los pacientes, ya que significa que están con un pie fuera de la UCI y que la recuperación está más próxima”.

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