El caso de la mujer hallada muerta en una playa de la parroquia viguesa de Alcabre sigue envuelto en misterio. La principal incógnita continúa siendo la de su identidad. No llevaba documentación personal ni al parecer teléfono móvil y, al menos hasta la mañana de ayer, no había constancia de ninguna desaparición que coincidiese con las características de la víctima. La Policía Nacional tratará de ponerle nombre y apellidos a través de las huellas dactilares o del ADN. Se sabe que tendría entre 50 y 60 años, pero poco más. Se ignora si residía en Vigo o si puede ser alguien de fuera de la ciudad.

El cuerpo fue hallado el miércoles, al filo del mediodía, en una playa al final de la calle Roade, próxima al Museo del Mar. No se aclaró si en el agua o en la arena. Junto a la investigación policial, el cadáver fue examinado por la forense. Llevaba varias joyas que ahora –al ser pertenencias que ningún familiar ha reclamado por esa falta de identificación– están custodiadas judicialmente y que carecerían de distintivos que ayuden a poner nombre a la fallecida.

Sobre las causas de la muerte, no había signos de violencia y el examen forense se inclina a una muerte natural, pero, según las fuentes consultadas, sin descartar otras opciones. Llevaba pocas horas muerta. SOS Desaparecidos Galicia confirmó que hicieron comprobaciones por si alguna mujer desaparecida podría coincidir con este caso, incluso contemplando el supuesto que pudiese haber sido arrastrada por el mar hasta Vigo desde otra localidad, pero no hubo resultados positivos.