¡Pardiez, qué Papa Noel! Nunca vi uno tan marchoso como el que nos encontramos sobre las aguas de Vigo. Buena idea la del Barco de Nadal de la naviera Mar de Ons: poner su buque de mayor porte cargado de luces y música, en el que te daban la bienvenida con un vinito caliente, te hacían subir a la primera planta... y allí estaba este Papa Noel, que no solo recibía a los niños en su marítimo trono sino que, durante una hora y media de trayecto nocturno por la ría, hizo bailar a niños y mayores, desde perreo a salsa, desde el Cantajuego infantil al motomami de Rosalía. Preguntadle a Pepa Crego, a Patricia Herrera... femenina parte de un puñado de salmantinos muy viajados, recién llegados algunos de la India y Nepal, a los que hice de guía para que vieran el Vigo la nuit desde el agua. Preguntadle al tierno infante Ángel Castilla. En la cubierta principal, todo un lucerío interior con muchas mesas y una cantina con tapas básicas; en la superior, el Papa Noel marchoso, buzón real, guirnaldas a tutiplén, árboles... y mucha música. Volvieron a tierra firme encantados. Aprendí estos días que hacer de guía, recorrer tu ciudad como un guiri, te ayuda a conocer mejor lo que, por ser habitual en tu vida, no te da por conocer bien nunca.

‘Omnia siccis dura’

Omnia siccis dura (todo es duro para los abstemios) es un dicho latino y uno de los lemas de David del Río, pope del Timón 2.0, en su restaurante atípico a pie de playa, en Canido. Allí nos sirvió un arroz con bogavante al que le dieron vivas encendidas, un rodaballo y un rape en salsa verde irreprochable... precedido por unas conservas de la Real Casa excelentes: mejillones, unas sardinillas y unas huevas picantes de orden superior. Sí, sí, ya sé que él quiere emparentar más su cocina con los guisos de la abuela y dice que aún no lo ha conseguido pero, con la que tiene, uno se puede dar por satisfecho. Sobre todo, si consigues la mesa adecuada (para mí la esquinera), que te permite comer mientras casi sientes que navegas sobre la ría, con Toralla a la vista y Cíes al fondo.

El mosaico vuelve a casa

¡Por fin, por fin el grupo que peleaba hace tiempo por la vuelta a Nigrán desde Nueva York del mosaico romano que perteneció a esta tierra ha conseguido todo el dinero! Ya han enviado el aportado no solo por el mismo ayuntamiento, sino por donantes generosos, a los que la asociación fundada por Gonzalo Fernández Turégano, que lo descubrió en la casa neoyorquina del anticuario Carlton Hobbs, proclama su agradecimiento. Harán una fiesta cuando vuelva a Panxón.

Con mucha Cortesía. Tripa vacía, corazón sin alegría, dice el viejo refrán, y en respeto al mismo se reúnen cada año en el Cortesía estos varones que veis al galope de su veteranía culinaria. Ahí veis al fondo a Pepe “Cortesía”, y a su alrededor a Carlos Vilas, Carlos Alpide, Noya Pérez, Carlos Comesaña, Ángel Bernardo, Alonso Vila, José Luis Paz, José Carballo y Máximo Caride. Marisa les preparó un cabrito que gozó de tanto aplauso, tan patrióticamente bien acompañado por vinos del Condado, que le hizo proclamar a alguno: “A comer, bailar y gozar que el mundo se va a acabar”.