Una nueva terminal de vehículos en... Rande

La antigua terminal de granito de Rande, ahora con vehículos de Stellantis.

La antigua terminal de granito de Rande, ahora con vehículos de Stellantis. / Ricardo Grobas

José Carneiro

José Carneiro

El antiguo muelle de granito de DFG en Rande se ha convertido en una improvisada terminal de vehículos. ¿La razón? El colapso en la exportación de vehículos por vía marítima que sufre Stellantis, lo que le ha llevado a articular por la vía de urgencia hasta seis depósitos de coches nuevos en Porriño, Salvaterra y Redondela, ante el lleno absoluto en la terminal de Bouzas (con el silo) y la campa de las marcas en el polígono de As Gándaras. Hasta los viales internos de la propia factoría se han convertido en parkings donde almacenar coches a la espera de una solución logística que no llega.

Desde que empezó la crisis, la empresa ha recurrido a la Plisan y a otro terreno en Salvaterra, a una parcela en O Cerquido, y a otras dos explanadas en As Gándaras, una de Zona Franca (la que acogerá la futura plataforma logística de la automoción) y otra más reciente a lado de la nueva nave de Comevisa, donde antes estaba Prefabricados Castelo. El último de estos depósitos improvisados está en Rande.

El origen del colapso, como el desabastecimiento de semiconductores, está en la pandemia (por la paralización de la producción de coches) y en la falta de mano de obra en el sector de la logística, en especial la escasez de camioneros. En Europa, el año pasado, había 425.000 puestos de conductor sin cubrir, el 10% del total, y este año ese porcentaje podría elevarse hasta el 14%. Esa tensión en la cadena logística se transmite a los puertos, a las navieras y, finalmente, a las fábricas de vehículos, y los analistas del sector dan por hecho que estas dificultades tardarán meses en superarse. No es un problema coyuntural, sino estructural del sector.

La empresa siempre habla de “una confluencia de factores”, entre los que destaca “la congestión en los puertos y las alteraciones que se están produciendo en los flujos marítimos”. “Somos una víctima de la situación, buscamos donde poder almacenar estos vehículos hasta que se desbloqueen las exportaciones por vía marítima. Es una solución provisional”, dijo un portavoz recientemente. Otras fuentes apuntan al cambio de proveedor logístico por parte de Stellantis: Gefco ha pasado a tener un papel menor en las operaciones portuarias, en favor de CAT, aunque sigue gestionando los portacoches que trasladan los vehículos de fábrica y la campa de Porriño. Y sobre todo a una cuestión de precio y demanda: las navieras están dando prioridad a los clientes que mejor paguen, y la dura política de ajuste de costes implementada desde la llegada de Carlos Tavares a la antigua PSA en 2013 juega en su contra.

Un 17% menos de barcos

Según datos del propio Puerto, este año hay un 17% menos de buques Ro-Ro que el anterior. Y hay que tener en cuenta que los barcos serán cada vez más grandes para cargar la mayor cantidad de coches de una tacada y rentabilizar cada viaje, lo que se traduce en menos escalas, por lo que la salida a esta crisis se antoja complicada.

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