Inmovilizados a la entrada de Vigo. Así se han visto cientos de conductores que querían acceder a la ciudad en la tarde de este jueves. La larguísima cola comenzaba en la plaza de España y se prolongaba durante kilómetros por toda la Avenida de Madrid, hasta las bifurcaciones de Bembrive, a la altura del punto kilométrico 3.62 de la A-55. Hasta una hora les ha llevado realizar ese trayecto.

Uno de los factores que pueden explicar tal volumen de tráfico es que este uno de diciembre es festivo en Portugal, que celebra el Restablecimiento de la Independencia.

Además de los vecinos portugueses, también se han visto afectados por el embotellamiento los conductores procedentes del Val Miñor, el Baixo Miño y Ourense, ya que la A-55 recoge los vehículos que circulan por A-52 y AP-9.

Este colapso se produce a las puertas de un macropuente, con los festivos del 6 y del 8 de diciembre la próxima semana. Días en los que se espera una gran afluencia de visitantes a Vigo, atraídos por las luces de Navidad.