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El precio medio de los garajes en el casco urbano supera ya los 80 euros mensuales

Los alquileres de plazas para coches se disparan en el centro | Algunas de las que se ofertan se encuentran en un estado deplorable | La alternativa, los parking, más cara

Cartel de alquiler de plazas de garaje. Fernando Casanova

A la hora de alquilar una vivienda, muchas personas se encuentran con varias barreras. Más allá de las económicas, por ejemplo, la mayoría de propietarios prohíben la entrada de mascotas en los pisos. Otro de los obstáculos es que cada vez es más complicado encontrar apartamentos con plaza de garaje incluida, algo que en una ciudad como Vigo es imprescindible para muchas personas. Y es que cada vez son más los propietarios que apuestan por alquilar de forma separada la vivienda y el garaje al considerar que de esta forma pueden sacar un mayor rédito económico. Es decir, los inquilinos se encuentran que tienen que pagar por un lado el lugar donde residen y por otro una plaza para su vehículo. Y los garajes, al igual que las viviendas, también cotizan al alza en la ciudad. Atendiendo a los datos de Idealista, sin contar las destinadas para motocicletas, hay un total de 142 plazas de garaje en alquiler para coches en el casco urbano de la ciudad. El problema no es solo la falta de oferta, sino el desembolso mensual que hay que hacer para “guardar” el vehículo. Porque el precio medio supera ya los ochenta euros mensuales.

Es decir, si una pareja quiere mudarse a un apartamento de unos ochenta metros cuadrados con dos habitaciones, deberá pagar cerca de ochocientos euros: setecientos por la vivienda y ochenta por la plaza de aparcamiento (si el piso no dispone de ella). El problema ya no es solo que sean caros, sino que hay garajes que se encuentran en situaciones deplorables. Por ejemplo en la calle Coruña se oferta una plaza por setenta euros con las paredes completamente agrietadas y de dimensiones muy pequeñas incluso para coches de tamaño reducido. Pasa por tanto un poco como los pisos: hay viviendas que se ofertan por precios desorbitados pese a estar en muy mal estado. Muchos de ellos además son considerablemente antiguos: no tienen ni videovigilancia y ni siquiera puerta automática que facilite la entrada al vecino con su vehículo.

Hay que tener en cuenta que los parking subterráneos de pago son también una alternativa para aparcar el coche de forma segura y, en este caso, siempre vigilado. No obstante, se trata de una alternativa más cara. El abono mensual por ejemplo en un estacionamiento como el de Rosalía de Castro las 24 horas es de 115 euros, pero cuentan con descuentos especiales si solo se quiere dejar el coche en horario nocturno, durante el día, etcétera. Por otro lado, en función de las zonas, el mercado es muy volátil. Por ejemplo, en el entorno de la Ciudad de la Justicia, los precios de los garajes se han encarecido ligeramente ya que los dueños prevén una gran demanda de los funcionarios que ya han comenzado a trasladarse a trabajar a las nuevas instalaciones judiciales. Porque aunque a algunos les han habilitado una plaza de aparcamiento, muchos otros tendrán que buscarse la vida y necesitarán un lugar donde dejar su coche durante su jornada laboral.

Tal y como publicó recientemente FARO, un estudio de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) revelaba que Vigo es la urbe gallega con la rentabilidad más alta (un 6,8% en el primer cuatrimestre del año, frente al 5,9% de la media de la comunidad), seguida de A Coruña (con un 6,4% de rentabilidad en el mismo periodo). En el lado opuesto se sitúan Lugo (con un 3,8%) y Ourense (con un 4,1%). Y esta rentabilidad, en las urbes, está relacionada con la peatonalización y humanización de distintas zonas céntricas.

Para ahorrar, cada vez más vigueses apuestan por compartir plaza

En Vigo, en concreto, esto se une a que hay pocas plazas para atender toda la demanda. El dinamismo de este mercado en la ciudad olívica hace que, de media, una plaza tarde menos de un mes en alquilarse y que, dependiendo de la zona, incluso pueda salir del mercado el mismo día en el que entra. Y es que la rentabilidad que ofrecen ahora mismo es mayor que las de las pisos y chalés, lo cual llama a nuevos inversores, también atraídos por el hecho de que la inversión es más pequeña y los gastos de mantenimiento son menores que los de una vivienda.

Para intentar ahorrar, el camino que están tomando muchos vigueses es el de compartir las plazas: un coche la ocupa durante la jornada laboral y otro, el resto del día. Así, matan dos pájaros de un tiro: pagan menos y localizan sitio. Es una opción por la que optan tanto residentes como trabajadores y utilizan la plaza en función de las necesidades horarias de cada uno. Esta alternativa empieza a extenderse, especialmente en el centro de la ciudad, donde es más complicado encontrar plazas de garaje y donde también se ofertan a precios más caros que en las afueras, donde los aparcamientos de pago no son tan necesarios porque suele haber más plazas en la vía pública.

Los puntos de carga para coches eléctricos, cada vez más habituales

Los puntos de carga individuales en las plazas de garaje de las viviendas, que apenas requieren ningún trámite, están siendo cada vez más habituales. En la mayoría de casos, el conductor decide habilitar un único cargador para su coche, por lo que solamente tiene que comunicar al resto de vecinos su voluntad de realizar las obras, pero no necesita su autorización. Los problemas se dan si el propietario no puede conectar la toma a su contador y necesita electricidad trifásica, debiendo acudir al cuadro general de la comunidad, que será la que tiene que autorizarlo y acordar lo que proceda. Para desarrollar estas instalaciones es necesario realizar un estudio exhaustivo de las canalizaciones, de los contadores, el diseño de los lugares de recarga... Y decidir sobre aspectos como la potencia que se debe contratar y cómo se reparte entre los usuarios, porque es más ventajoso y eficiente colocar una única dotación comunitaria, que ir cableando a medida que se van solicitando los puntos de recarga.


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