El último de los 22 cruceros que se estrenaron este año en Vigo lo hizo hoy con una expedición de 1.342 pasajeros británicos y 611 tripulantes multinacionales de acuerdo con datos de la consignataria Pérez y Cía., que viajan a bordo del Ambience, una renovada embarcación con 31 años a sus espaldas que vio la luz como Regal Princess siendo por entonces uno de los mayores cruceros del mundo en una época en la que nacía de forma imparable el gigantismo en la construcción naval de cruceros que aún dura hoy. Y como tal visitó Vigo por primera y última vez en mayo de 2003 bajo la contraseña de su flamante propietario, Princess Cruises.

El hoy Ambience arribó luciendo los colores de su nueva armadora, Ambassador Cruise Line, heredera de C&M Cruises, ambas británicas, que durante la pasada década tocó en Vigo con barcos como Magellan, Astoria, Columbus y Marco Polo y que fue una de las operadoras a las que la crisis del sector derivada por la pandemia se encargó de borrar del mapa del turismo por mar.

El pasaje del Ambience pasó por Vigo en el marco de una travesía de dos semanas a Madeira, Canarias y Casablanca, con regreso al puerto londinense de Tilbury vía Leixoes y que fue vendido a precios entre unos 1.800 euros por cabina interior de 17 m² y 4.900 por una suite de lujo de 52 m² con salón y terraza.