La catedrática Inmaculada Paz Andrade (Lérez, Pontevedra; 1928) ha fallecido en las últimas horas tras una vida dedicada a la ciencia y a la formación de muchas generaciones de investigadores gallegos. Fue pionera en su campo, la microcalorimetría, en la que se convirtió en una referencia internacional, y también abriendo camino como mujer científica.

Trabajó en Manchester y Marsella e introdujo la microcalorimetría en España en 1964. Fue la primera catedrática de la Facultad de Física de la Universidad de Santiago, que la nombró investigadora ad honorem y, entre otros galardones, recibió la Medalla Castelao, la de la Sociedad de Química y el Premio Wonemburger.

El rector Salustiano Mato, la catedrática Inmaculada Paz Andrade y su padrino José Luis Legido. GUSTAVO SANTOS

Pero la distinción que más la alegró, según reconocía en una entrevista en FARO, fue su nombramiento como honoris causa de la Universidad de Vigo en 2018. Sus padrinos fueron dos expupilos, José Luis Legido y Marta María Mato, y fue investida por el exrector Salustiano Mato, que también había sido su alumno en Compostela. El acto, a petición de la homenajeada, se celebró en el campus de Pontevedra. Y en su discurso, la catedrática animó a los jóvenes a luchar por sus carreras.

En aquella entrevista con FARO, Paz Andrade también se confesaba celtista y, a sus 89 años, mostraba su pesar por no poder seguir trabajando en su laboratorio.