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Cae en Vigo una banda albanesa por robos en viviendas de distintos puntos de Galicia

Uno fue detenido el viernes tras una persecución hasta el monte tras activarse la alarma de un chalé de Coruxo y los otros tres al día siguiente | Todos quedaron libres en sede judicial

Imagen de archivo de una banda del Este que actuó en Vigo en 2019. Fdv

Las bandas itinerantes del Este especializadas en el asalto a viviendas se vuelven especialmente activas en las fechas previas a la Navidad. Noviembre es uno de esos meses "calientes", policialmente hablando, y el de este año no está siendo una excepción. De hecho, cuatro presuntos miembros de una organización criminal albanesa fueron detenidos este pasado fin de semana en un operativo en el que se cruzaron intervenciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil: agentes de la comisaría viguesa arrestaron a uno de los supuestos asaltantes en un dispositivo el viernes tras saltar la alarma de un chalé de la zona de Coruxo, lo que precipitó que los otros tres acabasen siendo apresados al día siguientes por efectivos del Instituto Armado desplazados desde A Coruña, que ya llevaban un tiempo tras la pista de este grupo. Aunque a nivel oficial hay mutismo en relación con las circunstancias que rodean a esta operación, a la banda se le atribuirían más de veinte robos en viviendas de distintos puntos de Galicia, como A Coruña u otros ocurridos en las últimas fechas en la ciudad olívica. Los cuatro apresados, tres varones albaneses y una mujer de origen rumano, quedaron en libertad provisional tras comparecer en sede judicial.

Coincidiendo con un aumento de robos tanto en céntricos pisos como en viviendas del extrarradio de Vigo, la primera detención se produjo el viernes. La alerta saltó al activarse la alarma de un chalé de la zona de Coruxo. La Policía Nacional acudió al punto y se puso en marcha un dispositivo que derivó en una persecución al vehículo en el que se movían los asaltantes y que huyó a toda velocidad del lugar. Finalmente, pudo ser detenido uno de los presuntos ladrones, un individuo albanés que, aunque se bajó del coche y huyó hacia una zona de monte, pudo ser interceptado. Este sospechoso fue puesto el domingo a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Vigo, en funciones de guardia ese día y cuyo juez decretó su puesta en libertad provisional.

Una investigación previa

Esta banda ya estaba siendo investigada por la Guardia Civil de A Coruña, así que tras esa primera detención, el operativo que tenían entre manos se precipitó y el sábado los agentes se trasladaron a Vigo, logrando capturar a otros tres supuestos miembros de la organización, otros dos varones naturales de Albania y una mujer de Rumanía con nacionalidad italiana. Junto a los arrestos, hubo un registro en un piso donde al parecer se alojaban en la zona de García Barbón.

Estos detenidos también comparecieron, ayer mismo, en el juzgado de guardia, aunque ya les correspondió otro, el de Instrucción número 3. Tras acogerse a su derecho a no declarar, la magistrada, pese a apreciar “indicios bastantes” de su participación en delitos de robo con fuerza en las cosas y pertenencia a banda criminal, dictaminó, como en el caso del detenido con anterioridad, la libertad provisional sin fianza, en coincidencia con lo solicitado por la Fiscalía. Al menos algunos de ellos están en España de forma irregular, por lo que, a fin de garantizar su presencia en la causa y evitar el riesgo de fuga, se les impusieron como medidas cautelares la retirada del pasaporte, la prohibición de salida del territorio nacional y la obligación de comparecer semanalmente en los juzgados, junto a la de notificar cualquier cambio de domicilio. Para las defensas, que defienden la inocencia de sus clientes, los indicios existentes son muy débiles.

Un operativo que acaba en bronca entre la Policía Nacional y la Guardia Civil

La captura de una banda itinerante extranjera de estas características, dedicada a uno de los delitos que más alarma social provocan, los robos que afectan a la intimidad de los domicilios, es motivo de congratulación y constituye sin duda todo un éxito policial. Pero la operación desarrollada este fin de semana en Vigo se vio empañada por las tiranteces que, según confirmaron diversas fuentes extraoficiales, se produjeron entre la Policía Nacional y la Guardia Civil, los distintos cuerpos que realizaron los arrestos. Las fuentes oficiales consultadas, eso sí, o bien aseguraron desconocer el mar de fondo que trajo consigo el dispositivo contra esta banda criminal o directamente negaron la existencia de ningún tipo de problema.

¿Qué fue lo que ocurrió? La versión ofrecida por fuentes próximas a la Policía Nacional es que, ante el aumento de robos en chalés detectado en Vigo y el "modus operandi" utilizado, en la comisaría ya existía la sospecha de que una banda del Este podría estar detrás de dichos casos, por lo que, preocupados por la situación, ya tenían dispositivos encaminados a intentar frenar los asaltos. El viernes saltó la alerta al activarse la alarma de un chalé. Y los agentes actuaron, logrando detener a uno de los presuntos ladrones tras una persecución. La cuestión es que detrás de esa concreta banda llevaba ya tiempo la Guardia Civil de A Coruña. Y todo apunta a que, a raíz de ese primer e inesperado arresto, optó por precipitar las demás detenciones: al día siguiente, sábado, capturaron a otras tres personas e hicieron el registro. Al parecer, este cuerpo policial habría planteado a la Policía Nacional que los dispositivos de ambos se hiciesen de forma conjunta, algo que no prosperó, indican las fuentes consultadas, por el malestar en comisaría por el hecho de que el Instituto Armado estuviese investigando a la banda en Vigo, área que es competencia de la Policía Nacional, y no se le hubiese informado con antelación de dicha circunstancia.

Otras fuentes consultadas próximas al Instituto Armado consideran que afortunadamente la operación se resolvió bien, pero lamentan la falta de coordinación. Lo cierto es que los detenidos de uno y otro cuerpo policial pasaron a disposición judicial en días distintos y también ante diferentes juzgados de guardia. Habrá que ver si todo acaba, como parece lógico, unido en una única causa judicial.

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