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El Meixoeiro: un cuarto de siglo al cuidado de los pacientes con cáncer

La Unidad de Oncología Radioterápica cumple 25 años: cuenta con cuatro aceleradores de última generación | Antes de su llegada, los pacientes tenían que ir a tratarse a Ourense o a Santiago

Sanitarias en uno de los aceleradores de la Unidad de Oncología Radioterápica.

Hasta el año 97, los pacientes de Vigo con cáncer que necesitaban recibir un tratamiento de radioterapia en la sanidad pública tenían que trasladarse fundamentalmente a hospitales de otras áreas de Galicia, como Ourense o Santiago, donde tenían bombas de cobalto, las máquinas que se utilizan en este tipo de terapias. Muchos también apostaban por trasladarse a Madrid. En Vigo, el único hospital que las tenía era el privado Povisa. El 23 de mayo de 1997 sin embargo supuso un antes y un después para los pacientes con cáncer del área sanitaria de Vigo, pues en esa fecha la Unidad de Oncología Radioterápica del Meixoeiro se puso en marcha y trató a su primer paciente, en un momento en el que ya disponía de dos aceleradores lineales. En octubre de ese mismo año se incorporaron diferentes técnicas de radiocirugía para niños, convirtiendo en este ámbito el Meixoeiro en referencia por aquel entonces a nivel gallego, nacional “y también para el norte de Portugal”, tal y como apunta el que es el director de la unidad Víctor Muñoz, desde que se ha puesto en marcha.

Dos sanitarias, en un tratamiento radiológico a un paciente en el Meixoeiro en 2014.

En la actualidad, es referencia para Galicia en braquiterapia de Otorrinolaringología, bronquio y esófago (y para el sur, de próstata), y de radiocirugía de cráneo y cuerpo para el sur gallego.

La unidad cumple ahora 25 años y supuso un antes y un después para los enfermos oncológicos de Vigo y su área. “Queríamos acercar los tratamientos a los pacientes, hacerlos más cercanos y que la accesibilidad a ellos fuera más fácil”, recuerda Víctor Muñoz.

La unidad fue evolucionando desde el inicio incorporando nuevos equipamientos para buscar un abordaje cada vez más integral del tratamiento. Así, en 2000 se puso en marcha un radioquirófano en el que se comenzaron a realizar procedimientos de braquiterapia (radioterapia interna) de alta tasa, que consisten en introducir las fuentes radioactivas en el tumor a través de agujas. En 2008 se añadió a la cartera de servicios la braquiterapia de baja tasa para próstata, consistente en depositar dentro del tumor la radiación.

Sanitarios atienden a un paciente al poco de abrir la unidad, a finales de los noventa.

Actualmente, la unidad de Oncología Radioterápica del Meixoeiro tiene en marcha cuatro aceleradores lineales a pleno rendimiento, el último de ellos instalado gracias al convenio entre el Sergas y la Fundación Amancio Ortega. Tres de los aparatos son de última generación y llevan incorporados los principales avances tecnológicos existentes en la radioterapia más desarrollada actualmente. Disponen por ejemplo de una tecnológica por la cual la radiación se adapta a la arquitectura del tumor girando alrededor del paciente de forma ininterrumpida.

Estos modernos aceleradores cuentan además con sistemas de radioterapia guiada por imágenes en tres dimensiones, una técnica con la que se toman imágenes 3D antes el tratamiento e incluso durante la administración de la radiación, con el objetivo de comprobar el perfecto posicionamiento del paciente respecto de las coordenadas establecidas en la fase de planificación inicial. La tecnología que utilizan estos equipos está pensada para conferirles una extraordinaria exactitud en la administración de dosis y para afinar al máximo la radiación en volúmenes cada vez más pequeños, sin afectar a los tejidos sanos circundantes.

La unidad dio este año un paso más en materia de precisión de los tratamientos al incorporar en el mes de marzo pasado su acelerador Vital Beam, el más avanzado de los cuatro, un sofisticado sistema de radiocirugía apoyado en un mecanismo que verifica de forma submilimétrica la colocación del paciente.

Con este equipamiento de vanguardia, este servicio da respuesta a una demanda de tratamientos que supera los 170 pacientes oncológicos al día y que supone aplicar alrededor de 40.000 sesiones de radioterapia a más de dos mil personas cada año.

En los dos últimos años la unidad también experimentó un proceso de digitalización, con todos los profesionales trabajando en red, suprimiendo así el uso de papel y permitiendo acceder a la información de una forma mucho más fácil y precisa. Cuenta con un servicio pionero y humanizado, y con un equipo de profesionales de primer nivel que, por encima de todo, son personas.

“Humanizar es tan solo un paso, pero avanzar en la investigación contra el cáncer es crucial para poder incrementar la tasa de supervivencia, así como mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Galicia es una de las comunidades donde más casos se diagnostican de esta enfermedad, por lo que el trabajo que tenemos por delante es todavía mayor. La unidad de Oncología Radioterápica del Meixoeiro es un ejemplo en la incorporación de técnicas, conocimiento, servicios y herramientas tecnológicas orientadas a la mejor y más efectiva asistencia del paciente, situado siempre en el centro de nuestras decisiones y de nuestro trabajo”, defiende el Sergas.

El objetivo es seguir mejorando y por eso la unidad ya ha solicitado un acelerador con resonancia magnética, que permitiría además ver las partes del tumor que están funcionando. “Son aparatos que todavía no están extendidos en la sanidad pública, pero supondrían un gran refuerzo”, asegura Víctor Muñoz, al frente de una unidad que cuenta actualmente con cinco residentes.

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