Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Gran Vigo

Descontento de la plantilla de Hiperxel tras la reunión sobre su futuro: “Estamos descabezados”

Al encuentro provincial de Pontevedra, a las puertas de la liquidación de la empresa, acudieron 80 personas: la mayoría mujeres

Empleados de Hiperxel en el Centro Cultural y Asociación Santa Columba de Ribadelouro. MARTA G. BREA

Certior Capital, el fondo finlandés que financió el traspaso de Hiperxel a manos de Juan José Villamizar –hasta arrebatarle la empresa en pleno hundimiento– se define en su web como una compañía “pionera en los mercados privados europeos”. Desde 1995 –invirtiendo en capital privado– han ejecutado “más de 200 transacciones individuales” pero la del Grupo Vinova, sin duda la oveja negra de ese amplio historial, la pagan ahora los trabajadores de Xeldist Congelados.

En la mañana de este domingo, la mayor parte se reunieron en dos asambleas informativas que tuvieron lugar en las provincias de Pontevedra (a las 12.00 horas en el Centro Cultural y Asociación Santa Columba de Ribadelouro) y A Coruña (a las 11.00 horas en el Edificio de Sindicatos). La primera, en la que estuvo presente la plantilla de Vigo, reunió a cerca de 80 empleados: fundamentalmente mujeres.

Según fuentes sindicales, se explicó la situación que atraviesa Hiperxel a los trabajadores, y está prevista una nueva reunión entre el comité de empresa y la gerente, Virginia Navarro, que previsiblemente será este lunes. En este sentido, se esperará esta semana para ver qué sucede –si finalmente la compañía presenta un concurso-liquidación como todo parece indicar o si llega a un acuerdo con Iberconsa, antiguo proveedor y al que fía el resurgir de la compañía–, quedando en el aire las futuras protestas.

Empleados consultados por este periódico mostraron su descontento con la reunión, “que no sirvió para nada y de la que no se sacó nada en claro”. De hecho, apuntan a un desafortunado comentario por parte de un sindicalista que de broma, tal como dijo después, afirmó que ninguno de los que estaban allí iba a cobrar –les adeudan tres mensualidades– y “alentó a saquear” el poco producto que queda en las tiendas.

“Estamos descabezados, sin dirección, y los sindicatos parece que están en otro barco”, indicó un trabajador. Otra profesional destacó el desconocimiento que percibió en la asamblea informativa. “Aquí había que poner dinero, y nadie quiere hacerlo, por distintos motivos”, remarcó.

A la reunión, en la que los empleados expusieron sus temores al cierre y preguntaron por cuánto cobrarían en caso de quebrar, no asistió Navarro. “Lo más seguro es que se liquide la empresa”, reconoce otro empleado, enfadado, criticando que en el encuentro llevado a cabo “no se ofrecieron soluciones ni se plantearon medidas efectivas”. “No se hizo nada”.

Compartir el artículo

stats