Muchos –por no decir todos– recordaremos cómo se vivió marzo de 2020, cuando tan rápido como se contagiaba la COVID tuvimos que asimilar la palabra “pandemia”. Hasta entonces inutilizada, oculta en el diccionario y empleada para referirse a esas epidemias mundiales que sentaron un oscuro antes y después, como la peste negra, pronto empezó a cobrar tanta relevancia como lo hacía un virus que atemorizaba a nuestros centros médicos y los del resto del planeta. Llegó el confinamiento y con él la ralentización económica, prácticamente parálisis. Y tras el aislamiento sanitario para cercar al bicho, en medio todavía de numerosas medidas dirigidas a proteger la salud pública, se sucedieron las ayudas que las administraciones facilitaron a la sociedad para apaciguar una crisis sin precedentes. Todo ello contribuyó a que ese año, frente al anterior, la renta media neta por habitante aumentase. Lo hizo en Galicia (donde ascendió en 129 euros respecto al 2019) pero especialmente en Vigo, que se acabó coronando como la ciudad gallega donde más se incrementó el volumen de ingresos de sus ciudadanos (231 euros, pasando de 12.933 a 13.164 euros).
La olívica superó de lleno a las demás grandes localidades de la comunidad autónoma, donde estas subidas de las rentas medias netas por habitante fueron significativamente más bajas: Lugo (146 euros), Ourense y Pontevedra (125 euros ambas), A Coruña (55 euros), Santiago (13 euros) y Ferrol (solamente siete euros). Pese a ello, Santiago (14.649 euros) y A Coruña (14.591 euros) superaron a Vigo –en tercer lugar– como las urbes con mayor volumen de ingresos de sus ciudadanos. Las tres por encima de la media autonómica (12.304 euros).
De los 313 concellos gallegos, la práctica mayoría notaron aumentos en sus rentas netas medias por habitante, según puede desprenderse –como los anteriores datos– del Atlas de Distribución de Renta de los Hogares relativo a 2020, publicado hace un mes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En esta línea, cabe destacar que 260 (sobre el 83%) se apuntaron incrementos en el volumen de ingresos de sus ciudadanos frente a los 53 restantes que sí perdieron (el otro 17%).
En cuanto al área viguesa, la mayor parte de los ayuntamientos que la integran experimentaron alzas en sus respectivas rentas medias netas por habitante. Este aumento se sintió con fuerza en Nigrán, que fue el concello donde más se elevó el volumen de ingresos de sus ciudadanos (433 euros más) y, a la vez, el de mayor volumen de ingresos (13.533 euros). A este le siguieron con buenos resultados otros ayuntamientos como Salvaterra de Miño, Soutomaior o Redondela. En el lado contrario, Pazos de Borbén y Fornelos de Montes, con números negativos.
Sanxenxo, víctima del verano
Conforme figura en el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares, dentro de los concellos que contabilizaron las mayores bajadas de renta media neta por habitante destacan curiosamente O Grove y Sanxenxo (cuyos ciudadanos perdieron 338 y 242 euros).
Pese a ser destinos turísticos altamente cotizados en verano, sobre todo para un público de mayor poder adquisitivo, el estío de 2020 no estuvo a las expectativas. No obstante, el concello que más sufrió fue Negueira de Muñiz (-522 euros).
A la inversa, los que mayores subidas se apuntaron fueron Melón (1.118 euros) y Vilar de Santos (793 euros) entre otras muchas pequeñas localidades que rondan el millar de habitantes o menos (como Pontedeva, Ourol, A Veiga, o Dozón). Todas ellas, en su conjunto, suman poco más de cinco mil personas.
Oleiros, dos veces Avión
Del estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística también se pueden extraer los concellos con mayores y menores rentas medias netas por habitante de Galicia. En este contexto, cabe recordar que el INE posiciona a Avión (7.565 euros), Beariz (9.062 euros) y A Lama (9.152 euros) como los ayuntamientos en peor situación; y a Oleiros (16.403 euros) y As Pontes de García Rodríguez (15.482 euros) como aquellos más privilegiados.
