Más de 70 de Investigadores nacionales e internacionales en el ámbito de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) se dieron cita un año más en el 4º Seminario Víctor Ruiz Ochoa sobre Epidemiología en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, organizado por el Grupo de Patología Digestiva del IIS Galicia Sur, que se celebró en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y también de manera virtual este pasado martes.

En este encuentro se abordó el comportamiento de las EII en diferentes grupos poblacionales, y la transferencia de datos y estadísticas a nivel internacional y contó con la participación de la doctora Aline Charabaty, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins (EEUU), que habló sobre la incidencia particular de estas patologías en diferentes grupos étnicos.

Imagen de una de las ponencias del seminario de especialistas médicos en Vigo.

En los últimos años, las EII pasaron a ser manejadas de forma específica por unidades multidisciplinares para ofrecer a los pacientes una atención integral. El conocimiento de la epidemiología de estas enfermedades permite dimensionar los equipos que atienden a estos pacientes, y planificar las estrategias del manejo de estas patologías. Desde este enfoque en el que la atención pivota sobre el paciente, en este seminario se trató de manera exhaustiva las experiencias cultivadas desde las diferentes perspectivas, la del especialista EII, del médico de Atención Primaria y la del propio paciente.

Trastornos crónicos discapacitantes

Las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) son trastornos crónicos digestivos discapacitantes que tienen un importante impacto en la vida de los pacientes e implican un coste sustancial a los sistemas de salud y la sociedad. Diversos estudios epidemiológicos recientes sugieren que su incidencia y prevalencia están aumentando, de ahí que su manejo haya cambiado radicalmente en los últimos años con la aparición de los fármacos biológicos.

Se estima que en Europa puede haber entre 2,5 y tres millones de personas afectadas por la enfermedad, con unos costes sanitarios directos de alrededor de 5.000 millones de euros anuales. Así pues, se trata de un problema sanitario de importante magnitud, que afecta no solo a quién lo padece, sino que también tiene un gran impacto en su medio debido a la carga psicológica, social y económica que supone la enfermedad.