Tuvo su primer programa un 11,3 de share, que está por encima de la media de la TVG. La semana pasada a la misma hora emitieron Malo será e hizo solo un 5,7. ¿De qué programa hablo? Pues de Incombustibles, un formato televisivo de ¿cómo le llaman?, ah sí, de innovación social intergeneracional que nació de la ebulliciente cabeza de Jaime Fandiño, que presentan Teté Delgado, Manolo Botana y Luisa Vera y que pretende mostrar que la jubilación puede abrir la puerta a fases excitantes de la vida. Se estrenó el pasado domingo y ¿qué se vio? Pues todo un programa desarrollado desde un plató con estética de desguace, cuatro personajes gallegos conocidos, que van desde cerca de la sesentena hasta casi los 80 años, una banda residente denominada “Deteriorados” y todos apoyados por reporteros jóvenes en el exterior. ¿Porqué lo destaco? Pues no solo porque es una idea que me parece tan nueva como redentora sino porque tanto su ideólogo, Fandiño, como los presentadores (salvo la coruñesa Vera) son vigueses y de Vigo es la banda del programa. Desde que se jubiló el inquieto Fandi con un gran bagaje de experiencia televisiva se ha convertido en un activista contra el edadismo, la discriminación por la edad, que se manifiesta de muy diversas maneras. Y ya os digo: Vigo se ha convertido en epicentro de esa lucha, reforzada por la Cátedra de Edadismo recién creada en UVigo.

Cine submarino, aquella primera edición con José Luis Iglesias

Pero ¿cómo es posible? Andamos ya por el segundo día de la Semana de Cine Submarino que organiza la Universidad de Vigo, se me ocurre volver hacia aquella primera edición que viví tan cerca como periodista y resulta que han pasado 31 años de la cena ilusionada que tuve con su fundador, José Luis Iglesias, que había sido ya campeón mundial de fotografía submarina, y Antonio Saá, que era secretario del Club Subacuático Bahía de Vigo, ya desaparecido. Me acuerdo muchos años después de la comida con Robert Stenuit, uno de los submarinistas que trabajó en Rande y las Cíes con John Potter en los años 50 en busca del cacareado tesoro. El fundador, José Luis González, ahora jubilado de Citroën, que como asturiano hacía unas fabadas que ni Pepe Cadavedo y entonces era viajero submarino por los mares del mundo, sigue colaborando en estas jornadas y zambulléndose pero no sale de nuestras rías porque son otros tiempos; a Antonio Sá hace años que no le veo pero ya cerró su tienda de pesca y andará disfrutando de merecida jubilación. Hace muy bien la Universidad en respaldar la continuidad de este encuentro con el mundo submarino, en el que hoy proyectarán a las 20 h. (Teatro Afundación) Rumbo al pasado e Historia de un pecio, de Daniel Aldaya.

En la Picaraña. ¡Mirad cómo se nota la fraternidad que surge de un buen cocido mojado en vino de la tierra! Son amigos que periódicamente se reúnen en casa del Señor de la Picaraña, que así quiere que se le nombre. Por ahí veis al exoficial de la Policía Nacional César Muradás, al excapitán de la Guardia Civil Ángel Atanes, al veterano y entrañable músico Pepe Costas, a Emily Boullosa, al industrial de Tomiño Víctor Rolán, al inventor feraz Xulio César González (Teaxul) que anda estos días en no sé qué encuentros de inventores... ¡Qué felicidad!