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Restaurantes de Vigo ya permiten pagar la cuenta sin necesidad de pedirla

Una app faculta a los clientes a abonar la comida desde la mesa a través de un código QR sin esperar al camarero | El objetivo: ahorrar esperas a usuarios y trabajo al local

Un cliente del restaurante Juliana paga su consumición son su móvil mediante un código QR. Ricardo Grobas

Pocas personas sabían, hasta que llegó la pandemia, lo que era un código QR. Al menos en el ámbito de la hostelería. Cafeterías y restaurantes se vieron obligados a utilizar este sistema para enseñar sus cartas y sus menlas medidas de prevención ante el coronavirus. Los clientes podían ver todo lo que podía ofrecer el local a través de sus teléfonos móviles sin necesidad de cartas físicas con el objetivo de evitar al máximo el contacto físico. Con el paso de los meses, las empresas tecnológicas fueron trabajando mano a mano con el propio sector hostelero para mejorar la experiencia a los usuarios y hacer la vida más fácil también a los trabajadores.

Por eso varios locales hosteleros de Vigo ya han incorporado en su día a día la aplicación Yumminn, desarrollada a nivel nacional y que permite no solo ver el menú del restaurante, sino también generar directamente la cuenta conforme el cliente va pidiendo y, por tanto, cuando se acabe de comer o cenar, se puede pagar con Google Pay o con Apple Pay, y con tarjeta de crédito, utilizando ese código QR que está en la propia mesa sin necesidad de pedir la cuenta. Es decir, el usuario puede abonar lo consumido sin tener que avisar al camarero y puede irse tras hacerlo, pues en el sistema central del local ya aparecerá la cuenta como pagada.

“Es muy interesante, especialmente cuando el local está lleno. Nos ahorra mucho tiempo en esos momentos y también reduce la espera para los clientes”, asegura Jorge Veloso, jefe de sala del restaurante El Juliana, uno de los establecimientos de Vigo que utilizan esta novedosa app. La aplicación, que se espera que llegue a cada vez más establecimientos por su gran utilidad, permite además elegir si se le quiere dejar propina al local y, si es así, qué cantidad o qué porcentaje de la cuenta considera el cliente que se merecen los camareros (un 10,% un 15%...). “Cuando la gente paga mediante la aplicación, notamos que dejan más propina”, asegura Jorge Veloso.

Precisamente, según los estudios planteados por los impulsores de esta iniciativa, se calcula que los restaurantes que han incorporado esta tecnología en su día a día han aumentado más de un cincuenta por ciento las gratificaciones de los clientes.

En resumen, el comensal escanea el código QR que hay en la mesa, revisa la cuenta en tiempo real y paga, y adicionalmente puede dividir la cuenta (si hay varios usuarios) o dejar una propina para el servicio. Yumminn pretende optimizar y minimizar el largo tiempo de espera a la hora de pagar, problema que se presenta en la cotidianidad de los locales del sector de hostelería y restauración.

Según informó Yumminn en el momento en el que se lanzó la aplicación, “el tiempo medio transcurrido desde que el comensal pide la cuenta hasta que se realiza el pago es de entre 10 y 20 minutos, un hecho que reduce la satisfacción del consumidor”.

Argumenta la empresa creadora de la aplicación que se trata de “un proceso administrativo, ineficiente, que no añade valor al restaurante y que consume mucho tiempo para el camarero”.

De momento, los restaurantes vigueses que cuentan con esta novedosa aplicación de gestión de los pagos se están encontrando con dos tipos de clientes: los que le parece novedosa y apuestan por probarla, y los que se sorprenden y prefieren continuar con el método de abono tradicional.

Un sistema sin datáfonos

Una de las ventajas del sistema por el que empiezan a optar varios restaurantes vigueses es que no son necesarios los tradicionales datáfonos (TPV), que se utilizan históricamente para el pago con tarjeta de crédito. Ya no hace falta que los camareros vayan de aquí para allá con por el local con esos aparatos. Porque solo es necesario el móvil y el código QR que estará en cada mesa para hacer el pago. La comisión que se lleva la empresa propietaria del sistema por cada operación es de un 0,9%, algo superior al actual sistema de cobro de datáfonos bancarios. Pero el asunto, en este sentido, es que no es únicamente un sistema de cobro, sino que se simplifica la gestión del restaurante, liberando a los camareros de tener que ir mesa por mesa pidiendo y cobrando la cuenta.

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