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Gran Vigo

La calle Carral tapia sus comercios más icónicos

El Concello cerrará con un mural los locales bajo la calle Laxe debido a las humedades que registraban

Interior del “Talismán” en 2006 después de sufrir filtraciones. J. HDZ.

Cae el telón para una de las zonas comerciales más icónicas y singulares de Vigo. Después de años de declive e incidencias, el Concello ha decidido frenar la hemorragia con la solución más sencilla para la calle Carral: tapiar los locales ubicados bajo la rúa da Laxe.

Se trata de nueve bajos comerciales construidos en 1951 y con una superficie total de 290 metros cuadrados. Situados entre los números 27 y 41, fueron acondicionados por Gonzalo Pérez antes de pasar a manos municipales 25 años después como contrapartida.

Vista general del mural de Nelson Villalobos en la Plaza de Blein Budiño, modelo que se imitará ahora en la calle Carral. JORGE SANTOME

El más pequeño de ellos apenas cuenta con 10 m² mientras que el mayor alcanza los 69 m². El resto se sitúan en una horquilla de unos 30 m², una superficie insuficiente para los tipos de negocios que han ido abriendo en su entorno y no servirían ni siquiera como almacén.

Caídas de techos, goteras todo el año, riadas y unas condiciones que hacían difícil competir con cualquier otro local. Y es que las humedades han provocado un abandono que conlleva la aparición de musgo en sus exteriores. Los pocos establecimientos que se mantienen en su entorno reconocen que no ayuda a la hora de atraer nuevos clientes y que, ante la falta de iniciativa para ocuparlos, por lo menos deben taparse.

Locales comerciales cerrados y con carteles en la calle Carral Ricardo Grobas

Las cristaleras de la mayoría de ellos están copadas por los carteles de conciertos y otros espectáculos que impiden ver sus vacíos interiores. El último en echar el cierre fue, al mismo tiempo, el más icónico. La Peluquería Carral presente desde 1916 se mudaba este mismo año a Cánovas del Castillo; por lo que su icónico cartel continúa “limpio”.

Los restaurantes desmienten que no haya demanda en la zona y apuntan a la apertura del Pazo de la Oliva –a escasos metros– o la enorme presencia de cruceristas. La intervención propuesta por el Concello pasa por imitar el “Barco Caracola” de Nelson Villalobos en la calle Blein Budiño.

La situación es similar a la vivida en la Plaza de Argüelles. Las filtraciones y deterioros de los locales fueron provocando su cierre o extinción de las concesiones. En este caso, el gobierno local los rehabilitará para que se conviertan en el “cerebro tecnológico” de la nueva Porta do Sol, concentrando sus instalaciones y cuadros operativos.

La apertura del Centro Comercial A Laxe y su pasarela directa hacia el Mercado da Pedra desvió los flujos de movimiento desde Porta do Sol, beneficiándose los locales del Casco Vello. También la paralela de García Olloqui goza de más tránsitos al ser más llana y ancha. De esta forma, Carral ha quedado en un limbo al eliminar buena parte de su tráfico pero no convertirse en peatonal y ser más amable para los ciudadanos.

Vista de los locales comerciales de Carral bajo la rúa Laxe RICARDO GROBAS

Cada extremo del vial que homenajea a los Mártires de Carral representa una realidad bien distinta. Mientras su parte baja –aunque con la numeración más alta– está en un claro declive pese a su cercanía a la zona portuaria, las confluencias con las calles Gamboa, Marqués de Valladares o Victoria viven una nueva etapa de esplendor con la hostelería, proliferando las cafeterías.

En esa esquina también resiste Ultramarinos Arjeriz, decano de los mismos en la ciudad con casi un siglo de vida aunque en la segunda mitad de la misma se haya especializado en los productos gourmet como vinos y quesos. También sobreviven los supermercados, un locutorio 24 horas –el único en el centro– o la residencia de estudiantes.

Del Celta a la mar

Aunque nunca alcanzó la popularidad de Príncipe, lo cierto es que el vial que rodeaba las antiguas murallas defensivas de la ciudad siempre tuvo una autenticidad en el aspecto comercial.

La tienda oficial del Celta Celta en la calle Carral en una imagen de archivo de 1996 Jesús de Arcos

El 22 de septiembre de 1996 hacía su debut con la camiseta del Celta Alexander Mostovoi. Tres días después, el club inauguraba en el número 16 de esta calle, con Vlado Gudelj y Patxi Salinas a la cabeza, su segunda tienda oficial tomando el testigo de la estrenada el verano anterior en los bajos del estadio de Balaídos.

El local de dos plantas fue bendecido por el capellán del Celta en su estreno y fue testigo y beneficiario de los años en los que el equipo asombró a Europa. El estreno de la tienda online en enero de 2003 y la crisis económica y deportiva del club más tarde supusieron la desaparición de la predecesora de las que llegarían más tarde en el CC A Laxe o la actual de A Sede en la calle Príncipe.

Interior del comercio Talismán Jesús Hernández

También es especialmente recordado el Talismán, un negocio de souvenirs que cautivaba a los turistas con cabezas de toro, porcelanas, barcos en miniatura o muñecas. En él las filtraciones de agua provocaron caídas del techo y otros humedades antes de su cierre.

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