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El cementerio de Pereiró contará con un área de 1.300 m² para el enterramiento de cenizas

El Concello licita la redacción del proyecto que adaptará el histórico camposanto a las necesidades actuales | La vegetación será la protagonista en la parcela, que contará con un espacio para ceremonias y bancos

Recreación del futuro espacio para el depósito de cenizas en el cementerio de Pereiró. | // FDV

Los nuevos tiempos y costumbres llegan también a los cementerios. Con la constatación de que en la sociedad gallega las incineraciones han ido ganando terreno a la hora de “gestionar” el descanso eterno, las administraciones comienzan a adaptar estos espacios con una perspectiva más ecológica y barata.

El Concello prepara la licitación del proyecto que dotará al cementerio de Pereiró, el principal camposanto de Vigo, con un espacio de 1.300 metros cuadrados en el cuadrante número 13 para el enterramiento de cenizas.

Desde el propio consistorio lo definen como un “cementerio-jardín ecológico”, resolviendo así la gran demanda y problemática de gestión de estos restos que no pueden esparcirse en parajes naturales por normativa sanitaria.

El proyecto gira alrededor de dos cuestiones principales y cuenta con un presupuesto de 140.000 euros, estando previsto el desarrollo durante este invierno al coincidir los meses entre enero y abril con la mejor época para el trasplante y plantación de especies vegetales.

La primera es la creación de un espacio de reunión para grupos de entre veinte y treinta personas que contará con una mesa pétrea en la que se podrán colocar las cenizas antes de su esparcimiento.

Este parterre, a diferencia de los otros tres del sector, contará con bancos para los asistentes y un pavimento de losas de granito del país en formato alargado. También se incluye un espacio para el depósito de mensajes de familiares y amigos.

La cuestión clave llega con la inhumación en las propias praderas de Pereiró de las cenizas. Se dispondrá de una zona más baja que estará cubierta por áridos triturados, evitando los efectos de la climatología sobre ellas. También contará con un sistema de riego controlado y automatizado.

Y es que desde el gobierno local pretende que la vegetación tenga el protagonismo en la intervención, contando con plantaciones de carácter “horizontal” que puedan envolver la zona y le den más privacidad. Además de un gran árbol que presidirá el conjunto, se propone que en los dos parterres superiores se mantengan los setos existentes.

En cualquier caso se mantendrá el trazado actual de los senderos que atraviesan esta parcela y el acceso principal será a través de la “avenida” que parte al norte de la capilla central del recinto.

En abril de 2021 la ciudad también fue pionera en el primer cementerio ecológico para mascotas. La iniciativa “Raíces Celtas” contempla un espacio en el cementerio de San Andrés de Comesaña en el que los animales serían introducidos en urnas biodegradables; una solución que también se propone para los difuntos en Pereiró.

Sin embargo, y a diferencia de otras actuaciones similares en el resto de España, no está previsto que se instalen pequeñas placas con el nombre; diferenciándose de los columbarios habituales para las cenizas.

La mayor necrópolis viguesa

De esta forma, se abrirá un nuevo tiempo en la mayor necrópolis de la ciudad. A punto de cumplir 125 años de funcionamiento, el entramado de 38.000 metros cuadrados continúa siendo testigo y salvaguardia del pasado de la ciudad.

Mausoleos, estatuas y placas siguen levantando la curiosidad y respeto de los visitantes como demuestra el éxito de las visitas guiadas y caracterizadas protagonizadas por Cachamuiña, Concepción Arenal, Irene Ceballos y la Marquesa de Valladares.

El último cambio de gran calado en el recinto fue la integración del cementerio civil –el primero de Galicia de estas características– como “Xardín da Memoria Histórica” a finales del siglo pasado, sirviendo para rendir homenaje a los políticos asesinados en la Guerra Civil y otras personalidades.

Opción al alza por el coste

Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios en el año 2018, la incineración ya era la primera opción para el descanso eterno de todos los españoles, suponiendo el 68% de los casos.

En Vigo, el porcentaje no es tan elevado, apenas un 51%, “pero es un dato muy revelador que evidencia un cambio en las costumbres”, afirmaba Marcos Carrera, gerente de un tanatorio vigués.

Hace un año la propia OCU situaba a la ciudad como la más cara de España para morirse. En concreto, una inhumación cuesta 6.165 euros y una incineración 5.760, frente a los 3.739 y 3.617 euros de media en el conjunto del Estado.

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