La gran mayoría de sus vecinos del número 70 de la calle Zamora no conocía en profundidad a María Jesús Cruz, la mujer de56 años apuñalada hasta la muerte en su casa de la calle Zamora en Vigo. Pero sí coinciden, a pesar de su independencia, en su educación hacia ellos y en los nulos conflictos que generaba en la comunidad en la que residía desde hacía años, primero en el bajocubierta y posteriormente en un apartamento del segundo piso donde este domingo le quitaron la vida.
“Era muy suya, no hablaba mucho, era de hola y adiós; era una mujer tranquila que estaba a su vida”, recuerda una de las moradoras del inmueble. Otra de sus convecinas verbaliza la vez que la ayudó dándole muebles tras una reforma. “Era una persona generosa, incluso donó ropa y alimentos a una asociación”, contó esta mujer.
Entre los más afectados se encontraba ayer el personal de los supermercados Alcampo, donde trabajó María Jesús, tanto en el de avenida de Madrid, hasta poco antes de la pandemia, como en el de Coia, en ambos centros como limpiadora. “Nos quedamos en shock cuando vimos que era ella”, relata una de sus antiguas compañeras, quien recuerda que todas las navidades viajaba a Santiago para estar con su hija y su nieto. “Vivía sola de alquiler pero era familiar y muy tranquila”, amplía su antigua compañera.
Tras dejar el hipermercado de avenida de Madrid, se trasladó a trabajar a las instalaciones de la ONCE en Vigo, como recepcionista, debido a la discapacidad visual que tenía, concretamente un ojo de cristal. Ya no trabajaba en esta entidad desde hace varios meses. Con anterioridad había sido también recepcionista en otras empresas.