Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La década de militancia cultural que marcó a Vigo

El vigués José Luis Mateo recupera en un libro la historia de la Sociedade de Amigos da Arte | La presentación tendrá lugar esta tarde en la Escola Municipal de Artes e Oficios de Vigo

De izquierda a derecha, Fernández Rodal, Santiago Puíme, Ignacio Senra, Benjamín Quinteiro, Camilo Nogueira, Mareque, Manuel Longa, Julia Álvarez y Xesús Conde. Archivo José Luis Mateo

Surgió a raíz del efecto contagio que tuvo la Sociedad Española de los Amigos del Arte (Madrid, 1909-1936), una entidad que había sido creada por la aristocracia del momento, dueña y señora del patrimonio artístico del territorio español, con el objetivo de divulgar los bienes culturales mediante la realización de exposiciones y la creación de una revista. Aquella filosofía se expandió a ciudades como Avilés, León, Murcia y también llegó a Galicia, en donde vieron la luz tres sociedades similares en Santiago de Compostela, A Coruña y en Vigo, siendo esta la que más tiempo permaneció activa.

El historiador José Luis Mateo con su libro frente a la puerta de la que en su momento fue sede de la Sociedade Amigos da Arte. MARTA G. BREA

Se fundó a principio de julio de 1931 y, durante toda una década, la Sociedade de Amigos da Arte de Vigo jugó un papel fundamental en el desarrollo cultural de la ciudad. Y es que en ella confluyó toda una generación de jóvenes escritores, periodistas, pintores, ilustradores, poetas, músicos, artistas y pedagogos que, incluso después de su disolución a raíz de la Guerra Civil, dejaron una profunda huella.

Pese a la especial relevancia que tuvieron en el momento, la memoria de aquellos personajes ilustres se ha ido borrando con el tiempo, es por esto que el historiador vigués José Luis Mateo Álvarez, en colaboración con el Instituto de Estudios Vigueses, ha procedido a recuperarla en el libro “A sociedade de Amigos da Arte de Vigo. Unha década de actividade cultural (1931-1941), una publicación que será presentada esta misma tarde, a las 19.30 horas, en la Sala-Hemeroteca de la Escola Municipal de Artes e Oficios de Vigo y que, según explica su autor, pretende “dar difusión á importante actividade que realizaron todas estas persoas na cidade, posto que ao non ser capital de provincia e non contar con institucións aquí afincadas, en Vigo toda a actividade cultural procedía do tecido asociativo de entidades como a Sociedade de Amigos da Arte”.

Uno de los principales rasgos diferenciales de esta agrupación con respecto a sus predecesoras en la ciudad olívica era que se trataba de una sociedad mucho más abierta socialmente. Si bien estos círculos culturales estaban muy vinculados a la burguesía, la Sociedade de Amigos da Arte rompió una lanza a favor de todas las clases sociales, logrando así una mayor riqueza cultural entre sus integrantes.

El poeta José Antonio Ochaíta recitando en el Salón del Círculo Mercantil de Vigo. Archivo José Luis Mateo

Hasta la fecha de su creación, los artistas tan solo contaban con el salón de Faro de Vigo, situado en la calle Colón, el Círculo Mercantil o el Casino, para dar difusión a su obra y compartir sus inquietudes, por lo que una de las principales luchas de esta entidad viguesa fue la consecución de un espacio público de exposiciones en la ciudad. Así, sus miembros jugaron un papel crucial en la configuración de la primera colección del Museo Quiñones de León e incluso llegaron a plantear la posibilidad de ofrecer becas a artistas locales para que pudieran continuar sus estudios en otras ciudades.

Principales integrantes

En su libro, José Luis Mateo hace un repaso por algunos de los artífices de esta sociedad y entre ellos pone en valor a tres cónsules extranjeros que crearon obra poética en Vigo, tales como los cubanos Luis Bas Molina y Manuel Fernández Sarrasi o el colombiano Alfredo Gómez Jaime, quien publicó en la ciudad libros como “Arte y emoción”, “Rosario olívico” o la novela corta “Bajo la máscara”, ambientada en la urbe olívica. También destacó la presencia de José Antonio Ochaíta, poeta y periodista, que formó parte de esta sociedad y que tras salir de la misma, en la década de los 40, se convirtió en uno de los coplistas más famosos del país llegando a componer piezas para Concha Piquer, Patricia Rico y el famoso “Porompompero” de Manolo Escobar, además de las canciones de la aclamada película “Bienvenido, Míster Marshall”.

Las mujeres también fueron clave y José Luis Mateo hace referencia a María Antonina Sanjurjo, pionera del deporte considerada la “madre” del hockey sobre hierba en Galicia, la periodista Elena Agra o la intérprete lírica Elena de Arana, una de las fundadoras de la asociación Amigos de la Ópera de Vigo en los años 50.

Entrega del retrato de Rosalía de Castro, pintado por Eduardo Padín, a los socios de honor de Amigos da Arte, los "indianos" de Bastavales Genaro Senra Míguez y su mujer, Etelvina Boada, en el año 1935. Archivo José Luis Mateo

El historiador vigués señala que "a miña intención é recuperar a memoria daqueles persoeiros que están máis esquecidos na actualidade, como por exemplo Eduardo Padín, Ignacio Arrondo, Xesús Conde, Fernando de Oliveira, Mario González, Telmo González, Demetrio Lobato, Manuel Longa, Benjamín Quinteiro ou Ignacio Senra, entre outros, e tamén reivindico a figuras como Luis Gil de Vicario, que foi o primeiro mestre nun instituto de Educación Secundaria nos anos 20".

Entre el legado del grupo cultural, que mantuvieron un fuerte vínculo con el sector periodístico de la ciudad, publicando en Faro de Vigo y El Pueblo Gallego críticas literarias, artísticas, ilustraciones y dibujos, se encuentra la creación de la revista "Horizonte", de la cual tan solo se conservan dos números, y también destaca una parte teatral, ya que los integrantes de la entidad se afanaron en la recuperación de las obras del teatro clásico español y muchos de los artistas que participaban en la intensa actividad de la sociedad eran los que realizaban los decorados y las escenografías.

Por la Sociedade de Amigos da Arte de Vigo también pasaron personajes como Urbano Rodríguez Moledo, escritor galeguista de ideas socialistas que fue fusilado en el 36 por haber participado en la sociedad comunista del Ateneo de Lavadores, o el poeta Xesús Nieto Pena, quien efectuó una recuperación de la tradición galaico-portuguesa y tras ganar una cátedra de profesor de lengua castellana en Alemania a finales de los años 30, tuvo un papel pionero en el programa radiofónico "Aló Galicia" de Radio Francia, país al que se exilió tras el estallido de la Guerra Civil.

Fue precisamente el golpe de Estado contra el régimen democrático de la II República lo que finalmente provocó la progresiva disolución de la Sociedade Amigos da Arte, puesto que, según indica el historiador vigués, "nela confluían persoas de todas as ideoloxías políticas, dende os máis católicos e conservadores de dereitas, ata os galeguistas e os de esquerdas, co cal moitos son fusilados, outros acaban exiliados e outros acaban reculando e axudando ao falanxismo, como é o caso do poeta Julio Sigüenza, que penso que por isto foi esquecido na cidade. Pero tras a súa disolución como colectivo, o certo é que nunca deixaron de ter actividad, xa que, por exemplo, o propio Julio Sigüenza foi o fundador en 1941 dunha das primeiras revistas poéticas de Galicia tras a guerra, o que reflicte o carácter que sempre mativeron os integrantes de Amigos da Arte de militancia cultural".

Compartir el artículo

stats