Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La crisis francesa pone en riesgo la “autopista del mar” con Stellantis valorando alternativas

El sector alerta de un parón “inevitable” si sigue la falta de carburante | Bouzas y O Porriño, repletas de coches

Terminal de Bouzas repleta de coches en una imagen tomada desde O Castro. Alba Villar

Con un lleno absoluto de vehículos en la estación de Bouzas y sin barcos que aligeren la significativa carga que las últimas semanas lleva aguantando su explanada (al límite y, en consecuencia, desviando miles de automóviles a la campa de O Porriño). Así se despertó ayer Vigo, mientras París gritaba contra la carestía de la vida. De huelga, reclamando una subida salarial ante la incesante inflación que padece el territorio galo, seriamente afectado por el desabastecimiento de carburante, la gran protesta que impulsan los franceses ya se nota en la autopista del mar que une el puerto de Nantes Saint-Nazaire con la ciudad olívica: eje vital para la economía local y autonómica. El canal, principal vía para exportar a toda Europa los numerosos coches que Stellantis fabrica en la urbe, y que nutre a la mencionada empresa de las piezas precisas para sacar adelante su producción, corre el riesgo de paralizarse por completo si la crisis se mantiene. “Como continúen las movilizaciones, y especialmente la escasez de combustible, la interrupción de la línea explotada por Suardiaz será inevitable”.

Las declaraciones llegan de fuentes especializadas, vinculadas a la terminal, que alertan de un temporal que están capeando como pueden. Los efectos de la revolución gala, presentes un país donde la opinión pública invade las calles sin rodeos, con claros precedentes como el mouvement des gilets jaunes (los conocidos chalecos amarillos), no hacen más que expandirse. Y tras el “no” de las dos mayores refinerías del país (TotalEnergies y ExxonMobil) a continuar con su actividad, lo que está provocando problemas de suministro en un tercio de las gasolineras de la nación que preside Emmanuel Macron, el descontento del sector energético con las políticas del sucesor de François Hollande ha acabado por contagiarse al ámbito social.

En Galicia, con temor, se espera que no haya secuelas irreversibles, aunque el impacto se esté sintiendo. Si bien la autopista del mar “está sorteando” los primeros golpes del conflicto, y se ha operado “con normalidad” este martes, la jornada “ya requirió de un esfuerzo logístico importante, además de un sobrecoste”. Para que el buque atracado la pasada mañana en Nantes Saint-Nazaire pudiese salir ayer hacia Vigo fue preciso “acelerar al máximo” las labores de carga durante la madrugada. Y para el Suarvigo, que zarpó este lunes de Bouzas, se movilizaron “hasta nueve camiones” llenos de gasóleo procedentes de la refinería de A Coruña, contemplando que la falta de carburante se prolongue en Francia por lo menos lo que resta de semana.

“Antes que parar siempre buscaremos soluciones”, indican desde la factoría

Desde el sector no dudan. En caso de que se mantenga esta tendencia, lo más probable es que la arteria marina que gestiona Suardiaz acabe por colapsar: bien porque no haya combustible para mantener esta actividad en puerto francés o bien porque sus trabajadores acaben decretando su propia huelga. El canal se posiciona como clave para descongestionar la estación de Bouzas, que estas últimas semanas ha dejado imágenes con miles y miles de vehículos en una explanada que por ahora no da más de sí (se calcula que actualmente hay unos 19.000), teniendo que desviarse a la campa de O Porriño (donde se almacenan 8.000). A esta capacidad para exportar coches se suma que las naves que vienen de vuelta por esta vía lo hacen albergando mayoritariamente semirremolques llenos de piezas.

Por tanto, un parón en la autopista del mar y, consecuentemente de los grandes barcos dirigidos al tráfico Ro-Ro (cargamento rodado) que en ella operan, desembocaría en que estos contenedores con piezas dejarían de llegar a Stellantis, que además podría quedarse sin instalaciones para almacenar los vehículos: debido a la ausencia de espacio y que estos no podrían salir desde Vigo hasta Nantes Saint-Nazaire. “Lo de Francia es a más, para empeorar aún más la situación”, manifiestan fuentes del entorno portuario, haciendo hincapié en que en estos momentos “los puertos de Europa están colapsados y no hay transporte terrestre”. Y desde Stellantis, por su parte, no valoran la posibilidad de echar el freno, que afectaría a los más de 2.300 coches que fabrican al día. “Siempre buscaremos soluciones antes que parar”, responden sobre otros posibles lugares para acumular vehículos, sin detallar más “por razones de seguridad”.

La mayoría de los camioneros están “a salvo”

Con tempestad en el mar, por ahora en tierra se respira calma. Desde la Asociación Empresarios Transporte Discrecional de Mercancías de Pontevedra (Asetranspo) resaltan que la crisis que se vive en Francia en relación a la escasez de carburante no está afectando prácticamente a los transportistas. Así, la mayoría de los camioneros –conforme corroboran compañías como Transfrio Rias Baixas o Potel Torres Transportes– repostan en la frontera española y, si lo necesitan, en otros países que no son el galo. A ello se suma que algunas, como por ejemplo las que viajan a Irlanda o Reino Unido, tan siquiera pisan el territorio francés al viajar en ferri hasta las islas.

Compartir el artículo

stats