El Puerto de Vigo se convirtió en las últimas semanas en el epicentro de la lucha contra el narcotráfico. ¿El motivo? En el interior de varios contenedores fueron hallados en dos tandas, dos cargamentos de cocaína, por un lado 45 kilos y posteriormente 28 kilos de este mismo estupefaciente.

Fuentes consultadas por este medio han indicado que todo apunta a que ambas partidas se corresponden a un mismo proveedor y, casi con seguridad, destinatario, pero por el momento no hay certeza alguna que permita vincularlos con una operación antidroga anterior. A fecha de este lubnes, no había ningún detenido, pero la causa que dirige el Servicio de Vigilancia Aduanera, en colaboración con la Guardia Civil, continúa abierta para tratar de dar con los emisarios del cargamento, que procedía de países de América Latina. Los juzgados de Instrucción 2 y 3 de Vigo se han hecho cargo de sendas causas.

También se ha podido constatar que el cargamento, que entró en dos contenedores, venía custodiado y vigilado previamente por Aduanas, lo que llevó a la aprehensión de la mercancía por parte del Resguardo Fiscal del Puerto.

La metodología empleada en este caso, o al menos así se sospecha, se le conoce como gancho ciego. Esto es que ni los emisores del contenedor con mercancía legal –donde iba camuflada la droga– conocían la existencia de la misma. No así un o varios trabajadores del ámbito portuario, que podrían estar implicados en los envíos. Esta hipótesis es una con la que trabajan los investigadores.

Desde el Puerto de Vigo han incidido que sus instalaciones cuentan con 230 cámaras de vigilancia así como dos escáneres a los que se incorporará un tercero para controlar la entrada de la mercancía en contenedores.