“Llegué a Vigo muy joven, no había hecho aún la primera comunión. Era la primera vez que salía de mi Ourense natal. Mis padres me dejaron en el internado y recuerdo un pasillo largo, muy largo. A mitad de camino corrí de nuevo hacia mis padres. Fue duro al principio, pero aquí me enseñaron muchas cosas: el respeto a los mayores, la lealtad, el saber estudiar bien, que después me ayudaría mucho en mi carrera de Medicina. En definitiva, puedo decir con orgullo que valió la pena estudiar en este colegio”. Miguel Santalices, presidente del Parlamento de Galicia, era uno más entre las 200 personas que este sábado soplaron las 150 velas que el Colegio Apóstol Santiago ha logrado acumular tras décadas y décadas y décadas “educando homes e mulleres para os demais”. Precisamente es el lema que cuelga de lo alto del centro educativo con motivo de su aniversario, que ayer celebró una amplia representación de la sociedad viguesa y gallega.
La jornada festiva dio comienzo con una misa presidida por el obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, y el provincial de los jesuitas, el padre Antonio España, en la iglesia de San Francisco Javier. En el epicentro de un terremoto como el que se vivió durante las últimas semanas en este templo –ante las protestas de la comunidad vecinal por el anunciado cierre de su lugar de culto y para el cual ya hay una solución– se desarrolló con éxito y tranquilidad una eucaristía en la que también participó el propio cura de la parroquia, Fernando López Combarros, quien se había mostrado muy crítico con la clausura propuesta.
Amenizada por un coro de estudiantes de 1º de ESO y por el Coro de Voces Graves de Vigo, el evento conmemorativo siguió con un acto en el colegio en el que se estrenó un emocionante vídeo que durante 6 minutos recorrió con imágenes los principales hitos de esta institución educativa y peregrina que nació en Anceis (Cambre) para terminar donde actualmente forma y educa
En este sentido, el obispo recordó la importante labor educativa de la Compañía de Jesús –no solo en Vigo, sino en Galicia– mientras que el provincial dio las gracias por el siglo y medio de educación jesuita y porque este colegio Apóstol “trajo a la parroquia San Francisco Javier, al Centro Loyola, Radio ECCA y Entreculturas, otras obras de misión en la ciudad”.
“Hoy, sin duda, es un día de agradecimiento y celebración; una oportunidad para poner de manifiesto la alegría cristiana. Como nos recuerda el Papa Francisco, la alegría cristiana es un don y los cristianos estamos llamados a vivir en la alegría, pero en una alegría fecunda. Los cristianos desde siempre, cuando había una celebración, se reunían alrededor de la mesa a compartir el pan y el vino... a compartir la vida. El pan y el vino lo hemos compartido previamente en la Eucaristía. Y ahora, en este salón de actos, nos gustaría seguir compartiendo una pequeña parte de estos 150 años de vida fecunda y agradecida de nuestro colegio”, dijo por su parte su director, Alberto Remeseiro.
Tras esta intervención, Víctor Casal, presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, abrió la ronda de discursos resaltando los principales detalles de la historia de este espacio, referente educativo, en la siempre tuvo protagonismo esta entidad que reúne a más de mil antiguos alumnos. Asimismo, Toño Allende, responsable de los 70 colegios jesuitas de la Compañía de Jesús en España, aludió al pasado, presente y futuro. “Desde San Ignacio, los jesuitas hemos sido innovadores. Y aunque siempre buscamos el mejor método para educar, lo que no cambia es el objetivo: la formación de hombres y mujeres para los demás y con los demás”, indicó.
Además de Santalices, que intervino como número uno del máximo órgano representativo del pueblo gallego –pero también como antiguo alumno de la promoción de 1972–, participaron entre otras autoridades institucionales la delegada territorial de la Xunta de Galicia en Vigo, Marta Fernández-Tapias y la teniente alcalde del Concello de Vigo, María José Caride, quien suplió la ausencia de última hora del alcalde Abel Caballero.