Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Roberto Antier Integrante de Les Luthiers

“No hacemos un humor para minorías, la inteligencia está en el diseño del chiste”

El grupo argentino llega a Vigo del 21 al 23 de octubre con su nuevo espectáculo

Roberto Antier, en el centro, durante una actuación. LES LUTHIERS

El popular y aclamado grupo argentino humorístico-musical Les Luthiers regresa a Vigo con su nuevo espectáculo, “Gran Reserva”. Se trata de una antología que reúne grandes éxitos de su historia tales como "La Balada del 7º Regimiento", "San Ictícola de los Peces", "Entreteniciencia Familiar", "La Hora de la Nostalgia", "Quien conociera a María amaría a María", el bolero "Perdónala", "Música y Costumbres de la Isla de Makanoa" y "Rhapsody in Balls", entre otros. Roberto Antier, uno de los integrantes de la formación, ya tiene en mente el sabor de las ostras que degustará en A Pedra.

–Cincuenta y cinco años de trayectoria se dice pronto, ¿qué se podrá encontrar el público vigués en su nueva propuesta?

–Esta es la última parte de la trilogía que completa los grandes éxitos de Les Luthiers, pero cuenta con la particularidad de que está concentrada en obras de los años 80, un período muy solicitado por el público, y aquí se recogen obras que no se han vuelto a celebrar desde el espectáculo original de aquella década. Está lleno de risas y de música hermosa y muy variada, porque cuando uno se acostumbró al bolero aparece un jazz, cuando se acostumbró al jazz aparece música del lejano Oeste, siempre en un contexto de un programa de entrevistas de humor.

–Echando la vista atrás, ¿cómo ha ido evolucionando el grupo a lo largo de los años?

–Aquel proyecto empezó entre unos amigos de la Universidad que tenían un coro y en medio de los ensayos y de los estudios serios de sus carreras algunos tenían espacio para hacer bromas. De aquellas primeras bromas entre músicos se fue extendiendo a las visitas de las mamás porque eran muy graciosos. Entonces, si ya venía la mamá, ya no era un humor entre músicos, había que agrandar y agregar más capas de un humor para que lo disfrutara más gente. Así, a lo largo del tiempo, Les Luthiers ha ido añadiendo capas, de manera que quien asiste a los espectáculos y quiere encontrar la cosa más específica y refinada también la encuentra, en otra proporción, pero la encuentra, aunque lo mayoritario está dedicado a la mayoría.

–La comedia puede que sea el género más complicado, suele ser más fácil llegar al público a través del drama, ¿cuál diría que ha sido la clave del éxito de Les Luthiers?

–-Sí, yo que he hecho mucho teleteatro en Argentina, siempre se dice que es más fácil hacer llorar que hacer reír. Es por esto que creo que la clave de Les Luthiers, y aquí habla una persona que tiene siete años de integrante y 38 años de fan, ha sido el respeto con el que se trató desde siempre la inteligencia del público, además de estar todo el tiempo retocando y ajustando pequeños detalles, retirando sílabas para mejorar el chiste. Siempre se buscó hacer un humor atemporal, un humor que hable de estereotipos humanos, de situaciones que uno conozca, por aquello de “pinta tu aldea y pintarás el mundo”, contar lo gracioso y las miserias del humano, cómo lidiamos con políticos, estafadores, con buena gente... Los estereotipos creo que son la clave de la permanencia. Cuando en Les Luthiers se habla de humor inteligente, no hay que confundir con humor incomprensible, porque no es un humor para minorías, al contrario, la inteligencia está en el diseño del chiste, no en tener un doctorado para comprenderlo. De la misma manera que en Chaplin, el diseño del chiste a uno le causa gracia enseguida, pero si se piensa, está muy inteligentemente creado.

–Tras 38 años siendo fan, ¿cómo fue su primera vez sobre el escenario?

–Llevo 40 años trabajando como actor de televisión y de teatro, el desafío para mí era con quien iba a salir al escenario. Para mí fue si como para un guitarrista le comentan: “¿Sabes Yesterday?, ¿la queréis tocar con Paul? Se te electrocuta la guitarra eléctrica, pero es con Paul. A mí me pasaba esto. Las telenovelas que hacía eran de 220 capítulos de una hora, no hablaba toda la hora, pero para mí una escena de cinco minutos no es difícil, la cuestión era con quien iba a compartir escenario. El día del debut, que fue en A Coruña, en 2015, estaba en mi camerino, como mi esmoquin y la pajarita, y al salir veo que sale de la otra puerta Marcos Mundstock , de la otra Carlos López Puccio, de la otra Jorge Maronna, de la otra Carlos Núñez Cortés, y como Les Luthiers es la única compañía teatral, por lo menos que yo conozca, que saluda antes y después del show, en ese saludo en la fila antes de salir al escenario, me di la vuelta y vi con quienes estaba y dije: “¡Ah! No, no no, ¡qué hice!”. No me lo creía.

-Galicia tiene algo especial entonces, le ha marcado en su carrera profesional.

-Me marcó casi más que el pulpo y la totilla de Betanzos (risas).

-Vigo es una ciudad que también visitan bastante, ¿algún recuerdo o anécdota especial?

-Sí, nos encanta. Tengo en mente la visión de toda la ría y la callecita en la que uno puede pedir las ostras, A Pedra, estamos todo el día ahí comiendo las ostras frescas. También la recordamos mucho porque nos resulta cansado por las calles inclinadas, ¡son un excelente ejercicio!

Compartir el artículo

stats