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El 90 por ciento de las plantas de coches de la UE tienen la alta tensión que urge Stellantis

Solo una decena del más de centenar de fábricas que hay no tiene acceso a una red de al menos 220 kilovoltios que limita el riesgo de apagones como los que sufren en Balaídos | La resolución de ayudas del Perte del coche eléctrico, aún sin fecha

Vista aérea del polígono industrial de Balaídos. Ricardo Grobas

Stellantis dispone en Serbia de una factoría conocida antes como Fiat Automobili Srbija. Está en la ciudad de Kragujevac, con la mitad de población que Vigo y a 140 kilómetros de la capital del país. El patrón de la compañía, Carlos Tavares, visitó sus instalaciones la pasada primavera para trasladar las buenas nuevas: ensamblarán al modelo que reemplazará al Fiat 500L, que se comercializará únicamente en su versión eléctrica, y otros futuros proyectos de pequeño tamaño.

La inversión del grupo alcanzará los 190 millones de euros en una fábrica que, a priori, no debería sufrir de los vaivenes en el suministro eléctrico que sí padece todo el complejo industrial de Balaídos. Con una potencia de 220 kilovoltios (kv), el ejecutivo que preside Aleksandar Vucic ya ha iniciado la repotenciación de la línea con dos subestaciones en la propia Kragujevac y en Kraljevo: alcanzarán los 440 kv.

Stellantis Vigo, y toda la red de proveedores asentados en la ciudad, Porriño o Mos, ni sueñan con una infraestructura semejante. De momento, y dado que el Gobierno central no ha garantizado cambios en su programa de inversiones, la primera industria exportadora de Galicia seguirá conectada a una red de 132 kv, sin muy alta tensión. Solo una decena del más de centenar de fábricas repartidas por la Unión Europea –de coches y furgonetas– no tienen acceso a una red de al menos 220 kilovoltios.

Es un problema que han advertido de forma recurrente no solo en la propia Stellantis, sino también en un clúster, el de Ceaga, que agrupa a 200 empresas de la automoción gallega. “Es una infraestructura crucial para la competitividad no solo de la mayor fábrica de automóviles de España, sino también para el conjunto de la industria de automoción y para la ciudad en general”. Son empresas que trabajan enganchadas a una red de suministro eléctrico que, ya en el año 2015, fue considerada ineficiente por los numerosos cortes de tensión que registraba.

Ahora, y pese a que el Ministerio de Industria sí ha reconocido que “hay que reforzar el suministro”, en el de Transición Ecológica insisten en que no se han demostrado “deficiencias” pese a las decenas de pequeños apagones registrados cada año –son huecos o cortes de tensión– y que provocan no solo la pérdida de centenares de vehículos, sino la desprogramación o avería de sistemas de software, hardware o automatismos.

“Es una infraestructura crucial para la competitividad no solo de la mayor fábrica de automóviles de España, sino también para el conjunto de la industria de automoción y para la ciudad en general”

Ceaga

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La subestación 'Novo Vigo'

El mapa europeo de las redes de alta tensión –de esos 220 kv o superiores– no ha parado de reforzarse. En el caso de Vigo, solo sería preciso construir una subestación que desviase esta potencia de la línea ya existente entre Atios (O Porriño) y Pazos de Borbén. En 2015, y denominada como Novo Vigo, fue presupuestada en 66,8 millones de euros. Esta muy alta tensión alimenta, a excepción de la de Vigo, a todas las fábricas de automóviles de España. También abastece al 100% de las alemanas, con subestaciones específicas –Crossen o Niederwartha– para las plantas de Volkswagen en Zwickau y Dresde, respectivamente. También en Países Bajos, con infraestructuras en Lelystad, Tillburg o la subestación de Ens, con hasta 380 kilovoltios. En Italia también está en fase de ejecución el “proyecto de reestructuración definitiva” de la red eléctrica de 220 kv en varios municipios de la región del Piamonte. Es una obra que permitirá a la localidad de Grugliasco engancharse a la muy alta tensión, gracias a un cable subterráneo de seis kilómetros de largo. En esta localidad, próxima a Turín, se ensamblaban modelos de la lujosa marca Maserati, una producción que ha asumido la factoría vecina de Mirafiori.

Balaídos, en la lista residual

En Italia, Francia, Eslovaquia, República Checa o Rumanía son los países donde operan las plantas con una red de suministro como la de Balaídos; una lista, en todo caso, residual. La ministra de Industria, Reyes Maroto, aseguró la pasada semana que se había constituido un grupo de trabajo para atender a las “necesidades” de Stellantis Vigo, sin que de momento se haya convocado ningún encuentro.

Perte

Tampoco hay noticias de la resolución del Perte VEC (vehículo eléctrico y conectado), en el que finalmente sí ha entrado la factoría que dirige Ignacio Bueno. En este caso, Balaídos concurría a los fondos europeos con la de Villaverde (Madrid), con una propuesta de 43 millones de euros.

Fuentes de Industria han apuntado que todavía no hay fecha para disponer de la resolución final, que ha de concretar el importe de los fondos.

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