“Esto ya es inminente”. Esta fue la sensación que quedó tras el decisivo encuentro celebrado ayer en Vigo para ultimar todo lo relativo a la mudanza a la Ciudad de la Justicia. Representantes de jueces, fiscales, funcionarios, abogados o procuradores se reunieron con responsables de la Xunta para atar los últimos flecos antes de que se inicie el traslado al nuevo complejo de los casi 40 juzgados vigueses, así como del resto de servicios vinculados a los mismos. Lo que escucharon allí fue que dicho traslado solo está pendiente de la recepción definitiva de la obra. Aunque se barajaron algunas fechas para el arranque, como la del 31 de octubre, nada es aún definitivo a la espera de que se realice ese último trámite formal. Pero se da por hecho que no tardará demasiado y, si no se puede empezar a finales de mes, el cambio al flamante edificio de Pizarro arrancará en noviembre. En definitiva, que ya es cuestión solo de semanas. Lo que sí ya está claro es el orden en el que se moverán los distintos tribunales, que se irán trasladando durante meses a un ritmo de dos cada semana. Los dos juzgados de lo Contencioso-Administrativo, que junto al Mercantil se ubicarán en lo más alto de la torre, serán los que estrenen la nueva sede de la Justicia en la ciudad olívica.
Hacía ya meses que no se celebraba una reunión de la importancia de la de ayer. Pero la proximidad de la mudanza obligaba a ello. Tuvo lugar en la delegación de la Xunta en Vigo. En representación del sector judicial asistieron el juez decano, Germán Serrano; la presidenta de la Sección Sexta de la Audiencia de Vigo, María Begoña Rodríguez; la fiscal jefe, Susana García-Baquero; el secretario coordinador provincial, José Miguel Formoso Sobrado; el secretario de la junta de personal, Paulino Flores; el decano de los procuradores, José Antonio Fandiño; o dos miembros del Colegio de Abogados en representación de la decana, Lourdes Carballo, que no pudo acudir. Por parte del gobierno autonómico hubo también una amplia representación, entre ellos el director xeral de Xustiza, José Tronchoni Albert, o la delegada territorial de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias. También, porque juegan un papel crucial en el cambio de sede judicial, estuvieron responsables de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega).
El 26 de septiembre se empezó a llevar el archivo judicial a Pizarro. Pero la mudanza arrancará de verdad cuando empiecen a moverse los juzgados. Aunque se barajaron varias, en la reunión de ayer no se dio aún la fecha definitiva. Pero una vez se cumpla el trámite formal de la recepción de la obra, será cuestión de días. “Es inminente. Será a finales de octubre o a principios de noviembre, es la sensación tras la reunión”, resumió el decano de los procuradores, José Antonio Fandiño. Los dos primeros juzgados que se trasladarán serán los de lo Contencioso-Administrativo. Después continuarán a un ritmo de dos salas por semana –el orden en el que irán ya está definido–, por lo que el proceso durará meses. Junto a los casi 40 órganos judiciales unipersonales, a la Ciudad de la Justicia irán las secciones de la Audiencia, la Fiscalía, el Imelga y otros servicios como el de atención al ciudadano o el de registro de demandas.
“Está encauzado”
“Cualquier mudanza es latosa y damos por hecho que durante los primeros días y semanas habrá incidencias, problemas, estaremos de arriba a abajo entre los actuales edificios de la calle Lalín y la nueva sede de Pizarro..., es lo lógico; pero parece que todo está bien encauzado y, con buen talante y flexibilidad por parte de todos, esto saldrá adelante de forma satisfactoria; el cambio va a ser fantástico”, valoraba Fandiño. La previsión es que la próxima semana los procuradores y los abogados puedan hacer una visita al complejo para ver sus sedes, que aún deben amueblar. La junta de personal también quiere recorrer el edificio antes del traslado. “Ya lo hemos pedido y lo reiteramos, los representantes sindicales queremos hacer una visita para ver las instalaciones con detalle”, reivindicó Paulino Flores.
Flexibilidad para celebrar juicios en la vieja o nueva sede en las semanas de mudanza
Uno de los objetivos a la hora de realizar este ambicioso traslado es evitar la suspensión de juicios. Por ello, uno de los temas que se abordó ayer fue precisamente este. Y lo que se trasladó es que cada juzgado, en su semana de traslado, podrá decidir si celebrar los juicios ya en Ciudad de la Justicia o seguir haciéndolo durante unos días en la calle Lalín, que puede resultar más operativa ya que es la dirección que consta en las citaciones que ya se remitieron a quienes deben comparecer en dichas vistas. Cuando ya empiecen en Pizarro y si se da la circunstancia de que ya habían señalado juicios para esas fechas, se deberá remitir una comunicación a las personas citadas para comunicarle el cambio de sede, para evitar que acudan erróneamente a los edificios actuales, que pronto perderán su uso judicial.
Al respecto de las distintas resoluciones y citaciones que se envían desde los juzgados, otra cuestión que se abordó en la reunión entre representantes judiciales y de la Xunta fue crear un modelo en el sistema informático judicial Minerva en el que conste ya la nueva dirección de los juzgados.
Últimos detalles: más salas de declaraciones en Instrucción y hacer acogedoras las estancias para menores en Familia
Tras años de obras, ya se trabaja a contrarreloj. En la reunión de ayer las autoridades judiciales expusieron peticiones para que las instalaciones de la Ciudad de la Justicia se adecúen lo máximo posible a las necesidades de cada juzgado. Una cuestión que se abordó es la de que los tribunales de Instrucción tengan varias salas para toma de declaraciones. “Esos espacios deben tener sus sistemas de grabación, estar digitalizados; es importante para que haya privacidad para realizar este tipo de diligencias u otras habituales como los ofrecimiento de acciones, de manera que no se tengan que hacer en la oficina general, a la vista de todos”, afirman las fuentes judiciales consultadas.
Otra cuestión que se apuntó es que la estancia de los juzgados de Familia donde se explore a los menores tenga una apariencia “amable” para estos pequeños. “Que esté decorada con motivos infantiles”, señalan. Desde la junta de personal añaden que otros flecos que se tienen que ir cerrando estas semanas es la ubicación definitiva de profesionales que trabajan a diario en los juzgados, como los traductores, los informáticos o los agentes que actúan como enlaces de la Policía Nacional y la Policía Local. Y algo en lo que inciden abogados y procuradores es en contar en la zona donde se concentran las salas de vistas con espacios privados donde poder hablar con sus clientes, con los letrados contrarios o donde, por ejemplo, ultimar un acuerdo de conformidad de una vista oral. Ahora, en la calle Lalín, el resultado de estas negociaciones se suele comunicar a acusados o víctimas en los propios pasillos, a la vista de quienes estén allí.
