Las Anpas juegan un papel fundamental en la conciliación de las familias. De forma altruista y desinteresada más allá del propio beneficio del menor, surgen iniciativas que repercuten de manera muy positiva en el día a día de toda la comunidad educativa.
Servicios a gestionar
Son estos colectivos de padres y madres de alumnos los que gestionan, en buena parte de los centros públicos y también concertados, los servicios de comedor escolar, aula madruga y también las actividades extraescolares.
Con la pandemia, estas últimas han estado paralizadas o incluso limitadas a grupos cerrados, pero esta vuelta a la normalidad del curso escolar lo será también para la práctica de estas actividades fuera del horario lectivo.
Aumento de matrículas
Y es que las Anpas han tenido que ponerse las pilas para atender la demanda de los alumnos, ya que esta necesidad de conciliación motivó un aluvión de solicitudes en muchos centros. “Nosotros, por ejemplo, hemos tenido que duplicar los monitores para que ningún niño se quedase fuese de la actividad que escogió”, explica Diego Fernández, responsable de este servicio dentro del Anpa del CEIP García Barbón, con cerca de 200 alumnos inscritos en ellas.
Enlazan con el comedor
En este céntrico colegio, de la quincena de actividades ofertadas, solo se quedaron sin cubrir tres por falta de alumnos. “La idea es ayudar todo lo posible a las familias. Las actividades se realizan una vez termina el servicio de comedor, así los niños están hasta las 17.00 o 18.00 horas de la tarde dando un respiro a los padres”, relata Fernández.
En el caso del Anpa del CEIP Balaídos, son cerca de 128 niños los que disfrutan de una decena de actividades extraescolares. “Ofertamos baile moderno, defensa personal, dibujo, Inglés, fútbol sala, taekwondo, teatro y también piscina y fútbol aunque estas dos fuera del recinto. Sabemos que es un momento complicado para muchas familias, por eso los precios son lo más ajustados posibles y tenemos muy buena demanda; solo han quedado sin cubrir tres actividades. Buscamos dar continuidad al comedor escolar y enlazar directamente con las extraescolares”, suscribe Durán.
Bajos precios
Situación pareja viven en el Anpa del Chouzo –CEIP Emilia Pardo Bazán–, que llevan años contando con la empresa Cocofante para la realización de estas actividades. “Nosotros contamos con una tarifa fija para todas las actividades que ronda los 20 euros al mes. Además al estar con una empresa tenemos la seguridad de que si un monitor falla, la actividad no se suspende. Para nuestro Anpa resulta fundamental, básica, la conciliación de las familias y sobre todo que puedan realizar todas estas actividades en el propio cole”, aclara. Futbiño, predeporte, baile, judo, taekwondo, manualidades o pintura por alguna de estas actividades ofertadas por el Anpa del centro. “Apostamos por las actividades deportivas primero, porque son las que cuentan con mejor aceptación, y segundo, porque luego son muchos los niños que se apuntan al propio club y fomentan la cantera local”, valora la presidenta del Anpa O Chouzo.
IES Valadares
Además de los colectivos de padres y madres, los propios centros educativos también organizan sus propias actividades complementarias y extraescolares. Un ejemplo de esto es el IES Valadares, que dispone de una serie de tallares para los alumnos todos los lunes, al ser el día en que tienen clases lectivas en horario de tarde.
Así, los estudiantes pueden escoger entre clubs de Lectura, de Manga, de Costura, de Ciencias, de Inglés y de Diversidad. En total son 131 los jóvenes que se han apuntado a estas horas extras que favorecen el conocimiento de conceptos diferentes a los formativos pero básicos también para la formación personal de los adolescentes.
