Sin acuerdo, ni foto, ni cambios. Pese a las cartas enviadas y la voluntad mostrada para iniciar un nuevo marco de relaciones entre Concello y Xunta, el 3 de octubre no pasará a la historia como el día de la primera reunión entre Abel Caballero y Alfonso Rueda en la ciudad. Pese a que el jefe del ejecutivo autonómico estuvo presente en Vigo para participar en el foro organizado por la AECT sobre infraestructuras transfronterizas, las discrepancias sobre las formas para el encuentro lo hicieron imposible.

Sin embargo, el alcalde envió una nueva misiva al presidente gallego “por cortesía”, ya que su objetivo era “acordar” una reunión y no solicitarla, siendo esta postura aún la vigente por su parte. Caballero entiende que “sigue prevaleciendo tu no a Vigo” al no resolverse algunos temas cruciales que afectan a la ciudad porque “no se dan las circunstancias ni el clima para llegar a acuerdos”.

En el texto recuerda como tras su primera mayoría absoluta en 2015, los compromisos adquiridos con el entonces presidente Feijóo fueron “incumplidos”. El primer edil asegura que pretendía abrir un nuevo tiempo tras el relevo en San Caetano esta primavera, aunque cree que Rueda “no mostró voluntad ninguna” para conseguirlo.

Caballero finaliza la carta asegurando que “su mano sigue tendida para acordar ese encuentro que permita conseguir logros para Vigo” a pesar de este primer intento fallido. Aún así, “no puede ocultar su pesimismo” con que haya cambios en la actitud de la Xunta, ya que “lamentablemente constata que su visión de Vigo sigue siendo muy negativa”.

La opinión “a la cara”

Por su parte, Rueda lamentó ante los medios presentes en el acto de AECT que Caballero pierda la “oportunidad” de decirle “a la cara” lo que en otras ocasiones manifiesta sobre el gobierno gallego o las actuaciones autonómicas en la ciudad; contraponiendo esta actitud con la del resto de alcaldes que “han entendido que por encima de planteamientos es oportuno, interesante y siempre útil” reunirse con él.

Así, ha señalado que estas reuniones son “oportunas” y que el hecho de que él mismo se traslade a las ciudades es un “gesto” que otros regidores entienden y “aprecian”. “Parece que, como siempre, el alcalde de Vigo está en la posición de decir que tiene motivo de confrontación” censuró.