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Docentes que explican, manos que traducen

El CEIP Escultor Acuña e IES Álvaro Cunqueiro, referentes en la provincia para niños con sordera, cuentan con intérpretes de lengua de signos para su inclusión en el aula

La intérprete (I) traslada a uno de los alumnos con trastornos auditivos las explicaciones de la profesora. | // A. VILLAR

En la educación nada obedece a la casualidad. José María Acuña fue un escultor y docente pontevedrés sordo de nacimiento. Pese a esta condición, desarrolló una importante labor docente y artística recibiendo incluso por parte del Estado la Medalla al “Mérito en el Trabajo”, fundando también varias asociaciones para personas con sordera en la ciudad olívica. Toda esta trayectoria motivó que el centro escolar de referencia en Vigo y resto de puntos de la provincia para alumnos con hipoacusia, sordera o trastornos auditivos lleve su nombre: el CEIP Escultor Acuña, y con él también el instituto público al que está adscrito, el IES Álvaro Cunqueiro, ambos en el barrio vigués de Coia.

Entre los dos cuentan con cerca de una veintena de alumnos con dificultades auditivas, algunos en menor o mayor grado, pero sí todos completamente integrados en el aula con el resto de sus compañeros. Esto se consigue, por un lado con la ayuda de medios materiales –audífonos así como un sistema emisor que amplifica el sonido del profesor–, pero sobre todo con la presencia de intérpretes de lengua de signos.

INTERPRETE DE SIGNOS Y PROFE CON MICRO EN CLASE PARA ALUMNADO CON DIFICULTADES DE AUDICION ALBA VILLAR

Irene Fontán Aira es la intérprete del IES Álvaro Cunqueiro, aunque también está asignada a otros centros. Esta profesional acude a diario a las clases de uno de los alumnos con discapacidad auditiva para ayudarlo en la interpretación de las explicaciones, y en muchas ocasiones, ejercer de comunicadora entre el niño y el profesor.

Para llevar esta teoría a la realidad, es mucho el trabajo que se realiza por detrás. “Se quiere que nuestras horas de trabajo las hagamos completamente en el aula pero para ello hay mucho trabajo previo, tanto con los profesores del alumno como con el propio alumno. Por ejemplo en Matemáticas, hay ciertas nociones que yo necesito entenderlas antes para poder luego traducírselas al niño, e incluso términos como ‘potencia’, ‘logaritmo’, etc. que no tienen un signo en concreto, por lo que necesito hablar antes de la clase con el alumno y explicarle ‘esto que yo voy a hacer así significa tal cosa’. Requiere de una preparación previa, sin este acuerdo entre los dos sería imposible muchas veces”, cuenta Fontán.

Para ello, la intérprete aprovecha los recreos o los descansos entre clase y clase para reunirse con el alumno y el profesorado. “Ellos me cuentan el temario que van a explicar y yo, con un glosario de términos, me la voy preparando también”, amplía la profesional.

Todas las materias, menos Inglés

Este apoyo se acuerda para todas las materias excepto en Inglés. “Si se apoya en lenguaje de signos no aprendería el idioma, y no es lo que queremos. Es más complicado para él estas clases sin intérprete, pero necesita aprender el idioma en esa lengua. Además, la lengua de signos no es universal, hay una lengua de signos española, una inglesa, etc. ”, cuenta Irene Fontán.

Para evitar en el alumnado cualquier tipo de distracción, esta profesional debe vestir de negro y evitar complementos llamativos. “No puede, como otro niño, desconectar de la clase, de las explicaciones. Necesito que tenga toda la atención en la interpretación de signos”, matiza la profesional.

Esta metodología es extrapolable al CEIP Escultor Acuña, el primer punto de contacto de los niños con esta integración real. “Tenemos desde niños con hipoacusia en diferentes niveles que con implantes cocleares o audífonos siguen muy bien las clases, hasta alumnos autistas con sordera que ya necesitan de intérprete de lenguaje de signos. A mayores también contamos con especialistas de Audición y Lenguaje, del que reciben una atención semanal mucho más individualizada o especializada”, cuenta Juan Antonio Graña, director del colegio.

Niños de todo el área

Al centro llegan derivados alumnos de todos los municipios del área metropolitana como Cangas o Redondela y coincide en que la integración de los mismos en el aula es “total”. “Tenemos incluso un convenio con la Federación de Sordos de Galicia por la que el alumnado recibe clases de lengua de signos; así reciben un conocimiento superior al que están acostumbrados”, amplía el director. “Cursar os estudos no CEIP Escultor Acuña e no noso facilítalles moito a integración co resto de compañeiros e co ambiente educativo. Sempre estiveron neste entorno escolar e víveno con normalidade, son un máis na clase”, explica Iria, una profesora del IES Álvaro Cunqueiro.

La nueva ley educativa, la LOMLOE, recoge en su Real Decreto de enseñanzas mínimas de la ESO que con objeto de reforzar la inclusión en el aula, “las administraciones educativas podrán incorporar en este curso las lenguas de signos españolas”.

En los currículos elaborados por la Consellería de Educación de la Xunta se recoge la aproximación y conocimiento de este lenguaje como uno de los criterios de evaluación para las materia de Lengua y Literatura, y también Lingua Galega e Literatura, para familiarizar al alumnado con la lengua de signos como una variedad dialectal más.

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