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Los patinetes eléctricos se quintuplican en tres años: más de 5.000 por el alza de los carburantes

La Asociación Vigo VMP denuncia incongruencias en la ordenanza que los regula | Los vehículos de movilidad personal, implicados en 20 accidentes | Casi una treintena de positivos por alcohol y drogas de sus conductores

VMP circulando por Vigo. Marta G. Brea

Cada vez se hace más común ver más vehículos de movilidad personal (VMP) circulando por Vigo. El mayor ahorro que suponen frente al coche, en un contexto marcado por el encarecimiento del petróleo a causa de la guerra de Ucrania y la crisis del coronavirus, ha multiplicado por cinco su presencia en la ciudad olívica durante los últimos tres años. Se calcula que hay más de 5.000 en total, sobre todo patinetes eléctricos (el 90%), de los que aproximadamente 2.000 circulan cada día por la urbe.

Los datos, ofrecidos por la Asociación Vigo VMP y que vienen a demostrar la proliferación de esta nueva forma de transporte, llegan tras los 100 primeros días de la entrada en vigor de la ordenanza municipal que regula su uso: aprobada mañana hace cinco meses. Su presidente, Bernardo Rey, explica a FARO que las negociaciones con la exconcejala Elena Espinosa –dirigidas a mejorarla– cayeron en saco roto. Y esperan que con la llegada de Patricia Rodríguez a Seguridad las cosas vayan a cambiar.

Como punto positivo cabe destacar que se establece un marco legal, contribuyendo a mejorar aspectos de seguridad y circulación vial. Como punto negativo: errores lingüísticos como 50 erratas en 11 páginas, artículos contradictorios, bastantes incongruencias, ambigüedad en las definiciones, la prohibición arbitraria de vehículos de movilidad personal sin guiador y no tener consideración por las personas con discapacidad”, pone de manifiesto, entre otros ejemplos, en relación al documento.

“No podemos tomar como serio un documento en el que hay errores lingüísticos, en el que se contradicen unas partes con otras. Es que no tiene sentido”, añade, reiterando que “hay que corregir todos esos errores”.

Desde la entidad, que cuenta con cerca de 200 asociados y simpatizantes, señalan además que la ordenanza es “una de las más restrictivas de Europa”. “Algún asociado fue parado hasta 15 veces”, indican sobre el exceso de intervenciones policiales, apuntando a la discriminación a los vehículos más grandes y apuntando que existen algunos ejemplos (aunque son pocos) de “actuaciones con mala aplicación”. Pese a todo ello, valoran la buena comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Conforme apuntan, la Asociación Vigo VMP está atendiendo cinco sanciones, pendientes de recurso, vinculadas a varios de sus usuarios (que generalmente se asocian para estar informados y tener mayor seguridad jurídica en casos como estos). En continua expansión, aseguran, el número de nuevos transportes ligados a su ámbito de actuación no ha parado de crecer en los últimos años, multiplicándose por cinco desde el 2019 como consecuencia de la pandemia y la guerra de Ucrania.

El mayor ahorro de los vehículos de movilidad personal (cuesta 40 céntimos por cada 100 kilómetros, 10 veces menor que el coche que menos puede llegar a consumir) ha provocado que en un contexto de crisis económica y con precios disparados en los carburantes haya cada vez más personas que se decanten por esta modalidad más eco friendly. En total, cifran en 2.000 los que hay en circulación, la infinita mayoría patinetes eléctricos (el 90%), pero más de 5.000 componen el parque móvil que existe en la urbe: “Hay gente que tiene tres o cuatro, tenemos asociados que tienen distintos tipos”.

Estas son las únicas cifras disponibles para calcular su presencia en la ciudad olívica, teniendo en cuenta que el registro municipal para contabilizar los VMP aún no está creado, tal como prevé la ordenanza. Según datos del Concello, actualmente en el depósito municipal hay 5 VMP (de particulares) confiscados y a lo largo del presente año se han retirado 12 VMP de la vía pública. Del mismo modo, hubo 20 accidentes en los que se vieron involucrados estos vehículos, en lo que va de año, y se detectaron 11 positivos en alcohol y 16 en drogas por parte de sus conductores.

Los 140 patines que Buny “abandonó” El depósito municipal de Vigo sigue acogiendo más de un centenar de | RICARDO GROBAS Ricardo Grobas

Los 140 patines que Buny “abandonó”

El depósito municipal de Vigo sigue acogiendo más de un centenar de vehículos de movilidad personal (VMP) que la compañía Buny colocó por la ciudad olívica hace dos años. Los aparatos, que todavía no han sido recogidos por la empresa, fueron retirados “por ejercer la actividad de alquiler en la calle sin autorización municipal”, explican desde el Concello.

Entre las condiciones recogidas en la normativa, están la obligatoriedad del casco, elementos reflectantes y seguro de responsabilidad civil; edad mínima de 15 años para su manejo; distancia de 1,5 metros con los peatones –de no existir un paso seguro entre ellos, el conductor tendrá que desmontarse y empujarlo a pie apagado–; y uso unipersonal.

Además, no se permite circular con auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido ni utilizar dispositivos de telefonía móvil y queda vetada su circulación en aceras y zonas peatonales, sí podrán utilizar el carril-bici, pista-bici, sendas ciclables y aceras-bici –al no poder circular por aceras–.

Joel varela, este domingo paseando con su VMP. Ricardo Grobas

Doble multa “por ser y no ser” VMP

Un joven denuncia la inseguridad jurídica que se plasma en la norma local vinculada al uso de estos transportes: “Deberían matizar los conceptos”

Conductores de vehículos de movilidad personal como Joel Varela dan cuenta de la inseguridad jurídica que sigue plasmándose sobre el papel de la ordenanza municipal que regula su uso. Hace dos semanas fue multado, como explica en declaraciones a FARO, “tanto por ser como por no ser VMP”. Dos sanciones que ascienden a 300 euros y deberían ser incompatibles.

Conduciendo su monociclo por la calle Cantabria, fue doblemente expedientado. La primera, de 100 euros, fue siguiendo el artículo 2.6 de la normativa local, que establece que “os VMP que non conten con guiador non poderán compartir espazo cos vehículos a motor”. La segunda, que asciende a 200 euros, fue por circular con un aparato que no tiene consideración de VMP, según el artículo 168/2013, porque llevaba sillín (a pesar de que los auto equilibrados son la excepción).

Respecto a esta situación, Varela dice que lo normal sería que matizasen que es exactamente un “guiador”, pues según la Real Academia Galega (RAG) entiende que es un objeto “que guía” y particularmente su VMP se guía por medio de las piernas. “Si fuese un manillar, deberían reflejarlo de alguna manera”, expone, para acto seguido señalar que al reconocer que está usando un VMP sin guiador, no es posible entender cómo pueden multarle por no ser considerado VMP.

Deberían especificar más los conceptos, porque los usuarios no llegamos a saber a qué se refieren. Incluso hay desconocimiento entre parte de las autoridades”, manifiesta el joven, que plantea recurrir la sanción y confirma que en su caso no le requisaron el patinete.

“Sin duda el punto más negativo es la prohibición de los VMP sin guiador en carretera y otros espacios sin circulación de vehículos a motor, como carriles-bici”, denuncian en esta línea desde la Asociación Vigo VMP, diciendo que es una “prohibición completamente injusta y arbitraria no basada en ningún estudio ni en estadísticas de siniestros, sino en el desconocimiento”.

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