Venezuela, Bolivia, Paraguay, Perú, México, Guatemala, Ucrania, Brasil y Portugal convergieron en España, concretamente en la ciudad olívica, para celebrar la Jornada Mundial del Migrante dentro una convivencia fraterna organizada este domingo por la Diócesis de Tui-Vigo.

Tras celebración de una misa en la parroquia de Santo Tomé de Freixeiro, presidida por el obispo Luis Quinteiro y en la que participaron más de 200 personas de 10 nacionalidades diferentes, medio centenar de asistentes se congregaron en el colegio Jesuitinas-Miralba para compartir platillos típicos de cada país con los demás participantes en una parte “más lúdica y festiva”.

“Lo que buscamos ante todo es escuchar a estas personas, acogerlas, protegerlas, integrarlas y hacerlas protagonistas en la sociedad”, destacó en declaraciones a FARO Alberto Montes, delegado de Migraciones de la Diócesis de Tui-Vigo, explicando que es preciso “tomar conciencia de que la persona migrante es una riqueza muy grande para nuestra sociedad por la vitalidad, por las ganas de trabajo y por la alegría con la que viven la fe”.

“Nos reunimos todos para compartir que estamos por un futuro mejor para las personas que quedaron en nuestro país”, indicó por su parte Darling García, una de los participantes a ambas citas religiosas.