Apagados desde el mes de junio, los despertadores volvieron a sonar en las casas de miles de alumnos vigueses que ayer se incorporaron a las clases. Concretamente fueron 37.081 los estudiantes que iniciaron en el municipio el nuevo curso, marcado por la concurrencia de dos nuevas leyes educativas y el fin de la obligatoriedad de las medidas por el COVID. Junto a esta mezcla de nervios por este primer día de cole y alegría por ver a los compañeros, son varios los colegios e institutos que también estaban de estreno. Y es que la Consellería de Educación dotó a una veintena de centros educativos con nuevas aulas debido al aumento de alumnado, concretamente un total de 26.
Colegios con nuevas unidades
Así, colegios de Educación Infantil y Primaria como el CEIP Plurilingüe Javier Sensat, CEIP de Chans-Bembrive, CEIP A Paz, CEIP Eduardo Pondal, CEIP Plurilingüe Ría de Vigo, CEIP Plurilingüe Sobreira-Valadares, CEIP Vicente Risco, CEIP Plurilingüe Ramón y Cajal, EEI Cristo da Victoria, CEIP A Canicouva, CEIP Plurilingüe García Barbón, CEIP Valle-Inclán, CEIP Escultor Acuña o el CEE Saladino Cortizo sumaron un total de 23 nuevas, a las que hay que sumar otras tres en Educación Segundaria y Bachillerato. Por la contra, también se redujeron un total de cuatro aulas de Infantil en varios centros por la caída de la natalidad, que dejó en Vigo más de 1.200 plazas vacantes.
Alza en Primaria
Este incremento de unidades viene motivado por la subida de alumnado en Primaria. Esta etapa educativa aglutina un total de 14 nuevas clases. Tres de ellas fueron para el CEIP García Barbón –el único colegio público del centro de la ciudad–, donde hubo un aumento considerable de peticiones de matrícula de los escolares. “Esta dotación responde a un aumento de matrícula; desde la Consellería se nos advirtió en julio de la demanda de solicitudes para nuestro centro, así que se aumentaron las unidades para acoger a este alumnado”, explica su director Benito Gil.
Ratios por etapa educativa
Y es que las ratios de alumno por aula fijan un máximo de 25 estudiantes en cada clase de Educación Infantil y Primaria, 30 en las de la ESO y 33 en Bachillerato, sin contar los repetidores. Cuando el número de jóvenes supera este máximo será obligatorio desdoblar esa clase y hacer dos grupos, con un número de niños y niñas más o menos similar.
Más profesorado
Esta situación motivó también un incremento de profesorado en este centro vigués. “En este sentido, la Consellería ha dotado del material necesario y también las reformas en el centro para acoger estas tres nuevas unidades. Lógicamente también contamos con tres tutores más fijos y, por catálogo, nos correspondía otro profesor de Inglés”, añade Gil.
Al CEIP Valle Inclán también se les dotó de tres nuevas unidades –dos en Infantil y una en Primaria–, motivado en gran medida por el interés que despertó en las familias la nueva metodología que han introducido durante el curso.
Apertura
Común a todos estos centros fue la apertura de puertas y del periodo lectivo. Por primera vez, todas las etapas educativas iniciaron las clases el mismo día en la comunidad gallega, donde la ausencia de las medidas COVID, fue protagonista. “No deja de hacérsenos raro esta situación de pre-pandemia pero ya se echaba de menos”, explica Benito Gil.
El fin de las mascarillas –al menos en cuanto a su obligatoriedad–, o la ausencia de divisiones en el patio para mantener los tan populares grupos burbuja son alguna de las escenas que ya desaparecieron de los colegios, si bien muchos de ellos optaron por mantener las entradas y salidas escalonadas, así como un mayor aprovechamiento de las zonas exteriores de los centros.
Obras de mejora
Otras de las novedades que se ha encontrado el alumnado son mejoras en muchos centros educativos. Y es que dentro del Plan de Arquitectura Pedagógica, la Consellería actuó en más de una decena de centros invirtiendo 4,3 millones en mejoras como la rehabilitación del IES San Tomé de Freixeiro, el Conservatorio Superior de Música de Vigo o el CEIP Virgen del Rocío, entre otros.
