"Él ya sabía que no se iba a quedar a trabajar con nosotros. En octubre del año pasado aprobó las oposiciones y se marchaba en unos meses para Santiago; aún así, lo dio todo", recuerda uno de los compañeros del parque de Bomberos de Ponteareas en el que Jorge Corbacho, vigués de 24 años, trabajó desde enero a junio de este año. Hoy, todos allí, lloran su trágica muerte y en señal de duelo han colgado un crespón negro en la entrada de las dependencias de la estación.

El joven vigués fallecía esta mañana en Santiago cuando acudió con su destacamento del parque de Bomberos compostelano a un incendio de un autobús sin pasajeros que ardió en el lugar de Cacharela, en la parroquia de Aríns.

Aún en shock por lo sucedido, este efectivo destinado en la localidad pontevedresa y que también es de Vigo compartía vivencias con Jorge no solo dentro del parque. "Íbamos juntos todos los días a trabajar, porque además somos vecinos (Jorge vivía con su pareja en el entorno de la Travesía de Vigo), y como era un chaval increíble nos hicimos amigos. Aún no me lo creo", comenta entre lágrimas a FARO. "Me llamaron desde Ponteareas para decírmelo, porque estoy de días libres, y están todos mis compañeros fastidiados", se lamenta.

Dos bomberos en el parque municipal de Ponteareas, meses antes de que Jorge Corbacho estuviera trabajando allí.

Recuerda que Jorge "se hizo querer desde el primer momento que llegó" a la estación de Ponteareas. "Además, era un profesional como la copa de un pino. Hay otros compañeros que así como llegan, se van, sin más, pero Jorge, en ese poco tiempo que estuvo con nosotros, dejó huella", asegura este bombero que, viendo cómo trabajaba, siempre le auguró un gran futuro "y se lo dije al jefe: 'Este chaval va a llegar lejos', recuerda, mientras rompe de nuevo a llorar y con la voz entrecortada concluye: "porque además le gustaba mucho su profesión. Era un chaval de diez, le queríamos mucho".

Otros recuerdos de quienes lo han conocido no han dejado de sucederse enredes

Un bombero de nuevo ingreso

Según la información recabada por FARO a través de otros compañeros, Jorge Corbacho había concluido esta semana su periodo de prácticas en el parque compostelano, y estaba a punto de ocupar su plaza, oposición que aprobó y a la que optó tras no superar las pruebas en el parque de Bomberos de la ciudad olívica.

Al parecer, la de este martes era su primera guardia tras la formación. Y sonó la sirena en la estación de Santiago. Así que acudió con sus compañeros a la alerta del 112 Galicia, que avisaba del incendio de un autobús sin pasajeros en una parroquia compostelana. Al llegar, el conductor del autocar trataba de apagar el incendio que comenzaba a descontrolarse. Cuando los efectivos practicaban las labores de extinción, el vehículo, aún en llamas y con un reguero de aceite tras de sí, comenzó a desplazarse y se precipitó hacia el camión de los Bomberos, alcanzando al joven vigués que quedó atrapado entre los dos transportes.

Primero sus propios compañeros, y después el equipo sanitario del 112 intentaron reanimarle pero finalmente no lograron mantenerlo con vida y falleció allí mismo.