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La FP viguesa más internacional

Una beca de la Diputación llevó a Soufia a Italia, donde se formó en el ámbito sanitario: ahora trabaja en un hotel mientras oposita

Soufia Sidki, exalumna del IES Ricardo Mella, durante uno de sus viajes por Italia. FDV

No se lo pensó dos veces Soufia Sidki (22 años) cuando supo de la oportunidad de irse a Italia. Por medio de una beca de la Diputación de Pontevedra vinculada al proyecto Practicum Depo, cuyo objetivo es llevar a cabo programas de movilidad que ofertan prácticas internacionales para estudiantes de Formación Profesional (FP) recién graduados, la joven dejó la urbe olívica y aterrizó en Lecce, donde estuvo de marzo a junio formándose en una residencia de ancianos. Titulada en Cuidados Auxiliares de Enfermería (IES Ricardo Mella), trabaja actualmente en un hotel de Bolonia, donde saca partido a sus cinco idiomas (inglés, francés, árabe, español y ahora italiano) mientras oposita para poder acceder a la sanidad pública del país transalpino.

“Muy contenta con la experiencia”, la muchacha reconoce que se fue por ver cómo se ejercía su oficio fuera de España y se queda, precisamente, por las mayores oportunidades laborales. “Aquí hay más trabajo, más demanda en cualquier puesto y, aunque la vida es cara, se cobra bien”, evidencia. Tras su paso por la región de Apulia, ahora está en la Emilia-Romaña. Allí vive con su tía y continúa conociendo la cultura, diferentes lugares y su gente.

Todo ello tras “un gran cambio”, así lo considera, pues pasó de estar en Lecce –donde atendía a usuarios de un centro de mayores– a Bolonia –donde trabaja como recepcionista en un establecimiento hotelero–. “Era mi segunda opción”, explica, comentando que será “algo temporal”. “Estoy esperando a las oposiciones para entrar en el hospital”, añade al respecto. Hasta hacerlo, convive con una rutina que entremezcla turistas y libros.

Recordando que cuando llegó no entendía ni papa de italiano, “tan siquiera pronunciar correctamente ciao”, afirma que ya ha ganado gran soltura con el idioma. En su caso concreto, las lenguas no suponen ningún problema, pues también se comunica a la perfección en español, francés, árabe e inglés.

“La sanidad española es un poco más avanzada, somos más precisos, aunque aquí están bien organizados también”, apunta sobre la diferencia entre ambos sistemas de salud. Asimismo, admite que el sur de Italia no tiene nada que ver con el norte. Las posibilidades de empleo son mayores, aunque la parte baja de la bota también cuenta con algún que otro punto fuerte: “Hay muchísimos sitios que visitar”.

Con los exámenes a la vuelta de la esquina –tendrán lugar los primeros días de octubre–, indica que si no logra aprobarlos seguramente vuelva a Vigo, donde le gustaría trabajar en alguna clínica dental.

Antes de partir de la ciudad, la joven se tituló Cuidados Auxiliares de Enfermería en el IES Ricardo Mella. Precisamente este instituto es uno de los nueve centros con los que trabaja la Diputación de Pontevedra (están también el centro de Artes Plásticas y Diseño Atlántico, el centro de estudios Marcote S.L., el colegio San Miguel S.L., el CEBEM Formación Profesional, el Divino Maestro Fundación Educativa, el IES A Guía, el IES Audiovisual de Vigo y el Instituto Politécnico Marítimo Pesqueiro do Atlántico).

En la última edición de esta iniciativa participaron 10 personas de Vigo (9 alumnos y un profesor). En este sentido, las movilidades de larga duración de estudiantes de Formación Profesional (FP) realizadas dentro del proyecto Practicum Depo fueron 90 este 2022. Si se compara, es el mayor número en el último lustro, solamente superado por los dos primeros años de este programa: 120 y 104 en 2015 y 2016.

Hasta 9.000 euros de ayuda

Practicum Depo consiste en la creación de un consorcio de movilidad formado por centros educativos que imparten FP ubicados en toda Pontevedra. Actualmente, se integran 38 espacios de la provincia y la Diputación actúa como coordinadora.

La duración mínima de cada estancia internacional es de 90 días (tres meses), mientras que la duración habitual es de 180 días (seis).

Las personas beneficiarias pueden realizar la movilidad en alguno de los países del programa Erasmus + y cuentan con ayuda para el viaje de ida y vuelta al destino de las prácticas, así como para el alojamiento y la manutención en la ciudad de destino (entre otros apoyos).

Las becas oscilan entre los 8.927 euros (por irse seis meses a países como Noruega, Luxemburgo o Finlandia) y los 3.599 (por irse tres meses a países como Croacia, Eslovaquia o Bulgaria). La cifra dependerá en todo caso de la distancia al lugar en el que se hagan las prácticas.

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