One belt, one road. Es el nombre con el que Pekín bautizó una estrategia central de crecimiento, adoptada en 2013, con el fin de extender su influencia y liderazgo a nivel global. Centrada específicamente en el área de infraestructuras, financiando vías de transporte terrestre por todo el continente asiático y puertos marítimos –claves para la pesca gallega– en Santo Tomé, Guinea Bisáu, Mauritania o Cabo Verde, con tentativas en Uruguay o Argentina. La salida al mar ha sido siempre determinante, como lo ha demostrado ahora la invasión rusa de Ucrania y la pugna por tomar las ciudades de Odesa o Mariúpol. En un contexto de constante globalización y competencia mundial para las empresas, además, el acceso directo a una vía marítima es un factor de competitividad. Aquí, la industria de la pesca y la conserva de toda España tienen un aliado vital: el puerto de Vigo. El aumento de la demanda exterior, las inversiones en las plantas de transformación locales y el hinterland (área de influencia) de la terminal olívica lo han convertido no solo en líder absoluto en la salida al mar de pescado y elaborados del país, sino que ha propiciado un aumento exponencial de su rendimiento en comparación con los puertos rivales. Factura más en exportaciones que los inmediatos competidores: las dársenas de toda Andalucía y País Vasco juntas.
Es un avance exponencial. Hasta el mes de junio, el valor de esta mercancía expedida desde el puerto de Vigo alcanzó los 173 millones de euros, récord histórico, tras un aumento de tráficos superior al 40%. En valor, eso sí: el precio de los productos con base de proteína marina (pescado congelado o refrigerado y en conserva) es cada vez más alto, lo que compensa una subida en cuanto a volúmenes (toneladas). A años luz están los puertos de País Vasco (88 millones), de Andalucía (51) y Cataluña (33). Hace un año, la suma de los dos primeros sí equivalía a las ventas de la terminal gallega; ahora está a un nivel todavía más inalcanzable para la competencia. Al margen del buen comportamiento del mercado exterior –general, Galicia batió su marca en el primer semestre–, hay dos elementos internos que explican este éxito: el propio desempeño de Guixar, por una parte, y el esfuerzo de las empresas de pesca y conserva por la búsqueda de nuevos mercados y venta de productos con mayor valor añadido. Estos no pesan más (no aportan más toneladas), pero se pagan a un precio más elevado. Y todo suma. Inversiones ya ejecutadas como las de Iberconsa en Bouzas –para el procesado de merluza o gambón– o la de Hijos de Carlos Albo en la Plisan (Plataforma Logística Industrial de Salvaterra - As Neves), en ejecución, reforzarán este escenario.
Pero el del pescado y la conserva no es un caso único en esta carrera por el liderazgo nacional. Muy lejos todavía de las cifras que exportan los puertos andaluces (Almería, principalmente), con cerca de 400 millones de euros, la piedra natural llama a la puerta del protagonismo. Los 145 millones facturados en el exterior por vía marítima se acercan a los registros de la potente Comunidad Valenciana (155 millones hasta junio). Hace un año les separaban, en favor a los puertos levantinos, unas ventas de 20 millones de euros.
A por una nueva Conxemar... de la piedra
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, espera que la ciudad tenga su primera Feria Internacional de la Piedra en mayo de 2024, debido al “importante” peso de dicha industria en el sur de Galicia y en España en general. Lo señaló ayer el regidor tras reunirse con los promotores y organizadores de dicho evento, que pidieron el visto bueno del Concello para poder llevarlo a cabo entre el 22 y el 24 de mayo de 2024 en el Ifevi. Caballero ha reivindicado que la Feria Internacional de la Piedra, que se llamará Stone.gal, podría convertirse en una de las grandes ferias de Vigo.
