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El IBI eleva su recaudación a 68 millones tras incorporar un millar de inmuebles en un año

La recaudación por este impuesto aumentará el 4,4% pese a que la tasa se mantiene congelada desde 2019 | Mil nuevas unidades urbanas incorporadas al padrón aportan un extra de medio millón para las arcas locales

Vista de Vigo. Alba Villar

La recaudación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) sigue in crescendo en Vigo y este año va a superar los 68 millones. Pese a estar congelado desde 2019, el tributo se lleva un 4,4% más tras la pandemia de la COVID y, solo frente al pasado 2021, ganará un extra próximo a los 500.000 euros, directos para las arcas locales. El responsable de este engrosamiento del volumen de ingresos que percibirá el Concello de Abel Caballero con la citada carga –que grava el valor de las propiedades en función de su clasificación catastral– es la mayor cantidad de edificaciones que se construyen en la ciudad, producto de la imparable reforma que está sufriendo. Solo este último año, la localidad incrementó en más de 1.000 sus unidades urbanas (pisos, casas, garajes etcétera…) y se prevé que en el futuro se mantenga esta tendencia. En este sentido, proyectos inmobiliarios como el Barrio del Cura, Jacinto Benavente, Tomás Alonso o Canido se posicionan como importantes motores que a medio plazo impulsarán todavía más las cifras de viviendas y recaudación. Un número, este último, que rebasa los 70 millones si se tiene en cuenta el Impuesto sobre bienes inmuebles de características especiales (BICES).

El IBI, principal impuesto municipal en cuanto al dinero que genera, se salda en Vigo con 68,2 millones de euros (471.395 más que en 2021) que deberán abonar los titulares de 213.725 unidades urbanas (1.021 más). Por su parte, el valor catastral aumenta en 29 millones, pasando de 8.233 a 8.262 millones.

Cabe destacar que el tipo impositivo vigués es el más alto de todas las ciudades de Galicia. Así lo corroboran datos del Ministerio de Hacienda y Administración Pública, detallando en su web que mientras para la ciudad esta tasa se sitúa en el 0,91% (se puede aplicar un coeficiente que va del 0,4% al 1,3%) en otras como Ourense disminuye al 0,45%. Las restantes se encuentran entre ambas: Santiago (0,51%), A Coruña (0,6%), Ferrol (0,63%), Pontevedra (0,64%) y Lugo (0,67%).

No obstante, la ponencia de valores catastrales de la urbe olívica es relativa a finales del siglo XX (de los años 80) con lo que la base sobre la cual se aplican los tipos es más baja que las de otras ciudades. Así las cosas, la combinación de base y tipo impositivo hace que la cantidad a pagar sea, de media, menor que lo que se paga en Pontevedra, Ourense, Santiago o A Coruña. “Incluso, prácticamente igual que municipios con menos servicios a los que recibe quien reside en Vigo”, matizan fuentes municipales sobre la diferencia.

El BICES, que está ligado a los bienes especiales, se lleva otros 2,26 millones

Desde 2019, año en el que Vigo congeló el IBI, el número de unidades urbanas creció de las 211.668 hasta las 213.725 (2.057 más), ascendió su valor catastral en 305 millones y subirá en 2,88 millones el dinero recaudado. En esta línea, el Ayuntamiento viene ampliando también sus ganancias respecto al BICES –que grava inmuebles destinados a la producción de energía, presas o embalses, autopistas, carreteras o túneles de peaje, y aeropuertos comerciales o puertos–, pasando de 2,42 a 2,26 millones en tres años: 312.748 euros menos frente al pasado 2021 (debido a a una modificación en el valor catastral, que ha dado de baja una inscripción en el padrón pero se girará por ingreso directo).

En total, sumando ambos tributos, la cifra asciende a 70,47 millones y todo ello teniendo en cuenta que todavía están desarrollándose grandes iniciativas inmobiliarias que a su término repercutirán en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, con otro acelerón en su recaudación. Entre ellos, el Barrio del Cura, plan que en los próximos años se traducirá en más de 265 hogares en el corazón de la ciudad; Jacinto Benavente, una promoción de 155 viviendas conjuntas; Tomás Alonso, que crecerá con 87 domicilios; o Canido, que plantea un edificio de nueve viviendas. Si se suman, más de 500 propiedades que pronto verán la luz y empezarán a contribuir.

Coles, comisarías y montes entre las excepciones

El período voluntario para abonar el IBI comienza el 1 de septiembre y finalizará el 4 de noviembre en Vigo. Ese mismo día se procederá al cargo en cuenta de los recibos domiciliados. Del tributo se exime a distintos espacios, como los montes vecinales en mano común, colegios e institutos públicos o concertados, la Universidade de Vigo, lugares dedicados al culto religioso, la comisaría de policía nacional y autonómica, el cuartel de la Guardia Civil, y construcciones que son Bienes de Interés Cultural (BIC).

313 familias se benefician de las bonificaciones y pagarán menos 

El Concello de Vigo concedió a 227 familias numerosas una bonificación del 90% de la cuota íntegra del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y una del 50% a otras 86. En total, el Ayuntamiento tramitó 313 expediente bonificados: el 73% de las 429 solicitudes que recibió.

En este contexto, la administración local desestimó 116 peticiones para recibir tales bonificaciones: 99 por superar los ingresos brutos anuales, siete por no ser sujeto pasivo, tres por no ser familia numerosa y siete por no ser vivienda familiar.

La cifra del cómputo de solicitudes aceptadas es inferior a las de los pasados 2021 y 2020 (cuando se vieron beneficiadas por esta medida 336 y 331 personas respectivamente), pero es superior que las de 2019 (298), 2018 (302) y 2017 (264).

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