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O Marisquiño

Los hosteleros barajan pedir a la organización que O Marisquiño sea la tercera semana de agosto

Edición de “éxito” e impresión de ser “el mejor año histórico” | En camino un estudio para examinar su impacto económico

Público, durante la última jornada de O Marisquiño. | // MARTA G. BREA

Los hosteleros y hoteleros vigueses sin duda han quedado contentos con la última edición de O Marisquiño, que ayer se despidió de la ciudad hasta el próximo 2023. “Un éxito”: así definen el evento deportivo, cultural y musical ya asentado en la urbe, que a sus ojos quizá podría aprovecharse mucho más.

En este sentido, contemplan la posibilidad de solicitar a la organización un cambio de fechas –siempre que el calendario se lo permita y les parezca bien– con el objetivo de retrasar las competiciones a la tercera semana de agosto, dado que la segunda no interesa tanto al estar ya “a tope” por ser temporada alta.

“Vamos a ver si lo proponemos o no, pero estaríamos hablando de retrasar al menos una semana más para pasarlo a la tercera”, explica César Sánchez-Ballesteros, presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) y la Asociación de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra (Asehospo).

Haciendo un balance, el responsable hace hincapié en que el evento ha sido “un éxito absoluto” este 2022. “Me da la impresión de que es el mejor año histórico de O Marisquiño y que las cifras van a ser muy buenas. La meteorología ha acompañado, algo que es un factor determinante siempre, y la afluencia de visitantes ha sido tremenda y muy constante, durante prácticamente todo el día”, remarca en este contexto.

Según detalla, tras corroborar que desde el viernes hasta este domingo la mayoría de los hoteles de Vigo colgaron el cartel de completo, están elaborando un estudio para analizar el impacto económico que tiene la celebración que entremezcla deporte y cultura urbana en la ciudad.

El mismo, que en principio se publicará este lunes o martes, responderá a preguntas como a cuánta gente se ha movilizado en esta edición o su gasto medio. “Vamos a intentar medir el volumen general de circulación de personas, lo que son pernoctaciones generadas, las visitas que se produjeron”, manifiesta el profesional sobre esta medida dirigida a calcular el retorno de la inversión en la localidad.

“Lo ideal”, dice al explicar que este estudio surge de recursos propios y la colaboración con O Marisquiño, sería que las administraciones pusieran de su parte para llevar a cabo acciones similares con cada evento a fin de evaluar sus fortalezas y debilidades.

“Dentro de este análisis vamos a contemplar la posibilidad de solicitar a la organización un cambio de fechas”, agrega. Actualmente su celebración les coge en una época “no tan interesante” porque ya están “a tope” al ser temporada alta.

“Estamos también intentando ver las ventajas que podría tener para la propia organización”, añade, indicando que uno de los problemas que tienen es que precisan muchos alojamientos para los competidores internacionales y en esta fecha eso les genera un coste importante.

Más tranquilidad y seguridad

Por otro lado, la deslocalización de las competiciones –este año en Samil, Vialia y el Puerto– ha llevado más tranquilidad a las instalaciones que las albergaban, con gente más repartida en escenarios en los que se hacía más fácil ver las actividades.

Más fluidos y seguros ante posibles incidentes. Así lo reconoce David Fernández, miembro de Vigo Gastronómico, señalando que el de este 2022 ha sido como si fuese un proyecto nuevo: “Siempre es positivo que O Marisquiño se realice”.

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