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Wöyza Cantante, actúa hoy en Castrelos

“Vigo necesita salas grandes y un circuito durante todo el año”

“Tocar en Castrelos delante de mis vecinos mete presión, pero por respeto a la profesión y a mi propia carrera”

La cantante viguesa, Sofía Trigo, durante uno de sus conciertos.

Era el verano de 2006. Wöyza y su banda iban a salir a actuar en Castrelos como teloneras de Ziggy Marley. De repente, pasó algo totalmente excepcional: se fue la luz en todo el auditorio y su actuación tuvo que ser suspendida. Volvió a tener una breve oportunidad en 2012 como antesala de Public Enemy, pero solo pudo cantar un tema entre toda la banda con la que iba. Luego fue programada en 2020 y 2021, pero, en ambos casos, el coronavirus lo deshizo todo. Por eso, dice, hoy va a resarcirse tras doce años de espera para tocar en el gran auditorio de su ciudad.

–El otro día High Paw nos hablaba sobre la importancia de tener referentes en los que verse proyectada en los comienzos. Ella la citaba a usted como precursora del hip-hop en Galicia. ¿Tenía a quién mirar cuando empezaba?

–La verdad es que mis referentes en el hip-hop eran americanos y americanas. Lauryn Hill o Erykah Badu, por ejemplo. Aquellas fueron mis influencias para hacer la música que hago. Pero también otras más clásicas como Aretha Franklin. Mujeres de diferentes épocas. Luego a nivel estatal había mujeres ya dentro del rap como la Mala Rodríguez o Arianna Puello. Son poco mayores que yo, pero estaban en ciudades donde ya había más movimiento hip-hop. Abrieron un camino para todas las mujeres que nos estábamos iniciando en este estilo. Aunque yo no hago rap, aunque pueda rapear a veces, hago soul y tampoco en España había muchas referencias cuando empecé.

–Lleva veinte años liderando la escena en Galicia. ¿Se siente presión por esa responsabilidad?

–No sé si es presión. He pasado por épocas en las que he gustado más y otras en las que menos. Mi objetivo siempre ha sido hacer la música que me gusta y conectar con la gente. Transmitir. Soy feliz de hacer lo que me gusta. Me siento privilegiada por ello. Presión siento cuando me subo a un escenario grande como el de hoy para actuar delante de mis vecinos. No es tanto por lo que una tiene que demostrar, sino por el respeto a mi profesión y a mi propia carrera.

–Uno de los últimos temas que ha publicado fue con Nach, otro veterano del rap en el Estado español. ¿Se esperaba la gran repercusión que ha tenido?

–La acogida ha sido increíble. Cualquier cosa que haga con un artista como Nach sé que va a tener repercusión porque tiene un público muy grande y muy fiel. A mí me ayuda a expandir un poco más lo que yo venía haciendo. Lo que no me esperaba es que fuese tan rápido. La avalancha de mensajes de enhorabuena tampoco la vi venir.

–¿Cómo ve la evolución del hip-hop en Galicia? ¿Qué diferencias ve entre en el que creció y el de ahora?

–Era otra época. Yo empecé grabando en un multipistas y con muy pocos recursos. Iba todo mucho más lento. Te dejabas influenciar más por lo local, se vivía más ese regionalismo. Pero el tuyo y el del resto. Había estilos muy marcados como Zaragoza, Sevilla o Barcelona. También te costaba mucho más acceder a la música. Ahora hay mucha más diversidad, la gente tiene más cultura musical. Se tienen más recursos y puedes acceder a la música de todo el mundo desde tu ordenador. Además, ahora la gente está mucho más formada, nosotros no teníamos ninguna. Hasta hay talleres de rap. Las letras también las tienes en un clic, antes te las tenías que sacar tú y si no entendías lo que decían, pues te quedabas ahí (ríe).

–Ahora con un poco de formación y un ordenador puede hacerlo todo uno mismo.

–Claro. Antes, el que tenía un equipo era el que grababa y el productor de todos. Ahora con creatividad y un poco de gusto puedes hacer música.

–¿Qué relación tiene con la ciudad, con la escena local? ¿Ve futuro? ¿Qué diagnóstico hace de la cultura viguesa?

–Faltan espacios. Vigo vivió varias épocas doradas. La de hace cuarenta años hay que ir superándola y dando paso a valorar otras que también tienen potencial. En la ciudad tenemos un problema y es que no tenemos una sala grande como la Capitol en Santiago. Las que hay se les quedan cortas a los grupos que crecen. Creo que vamos escasos de recursos. En verano sí que hay conciertos, pero ¿y el resto del año qué? No hay un circuito local que apoye la música durante todo el año. Mira el ejemplo de Vigosónico... Aquel proyecto tan bonito de la ciudad del arte en La Panificadora sería precioso si se llevase a cabo.

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