Yo estaba a pie firme en la estación de Zamora cuando se cruzó conmigo, recortado su pelo como en la mili. ¡Pero si era Iñaqui Martínez Antelo, tantos años (2005-2017) director del museo Marco de Vigo! Nos hicimos la misma pregunta, qué coño hacíamos en Zamora. Y los dos estábamos de paso: yo hacia Vigo y él hacia Extremadura, a visitar amigos en vacaciones a 40 grados. Eso es amistad. Yo había visto hace poco a su hermano Xacobe, contrabajista y músico prolífico, actuando con el grupo Sumrra, pero a él lo había perdido desde que, no porque él quisiera, acabó su prolífica etapa en el Marco de Vigo. Pues bien, me entero de que tras meses de deliberaciones se volvió a la ciudad que le parió, Santiago, y allí fundó con Mónica Maneiro y David Barro la Cooperativa Performa, desde la que han comisariado interesantes exposiciones, además de codirigir Plataforma, el festival de artes performativas de esa ciudad. Una de las últimas, el proyecto “El bosque de El Prado”, de Maider López, en el Real Jardín Botánico de Madrid. Tenía buena cara Iñaqui, debe estar a gusto con su vida.
El imperio hamburpepitero
Tengo pendientes dos citas culinarias en Vigo. Y las dos tienen a los de La Pepita Burger como destinatarios. Uno, al nuevo Pepita que no sé si inauguraron ya en el Pénjamo de Nigrán, playa de Patos mirando al mar. Y el otro a ver qué diantres me dan en el Pad Thaiwok, que abrió hace 9 meses en Vialia de la mano de los de La Pepita. Uno recuerda la entrevista que les hizo a Santiago Salgueiro y Begoña Ocampo cuando faltaban pocos días para abrir su primera Pepita, allá por 2012, y los miedos que tenían ante este estreno, recién parido o a punto de dar a luz a su hijo, hoy heredero de un imperio pepitero en crecimiento. Mirad qué bien lo han hecho que ya deben ir por los 12 locales en Galicia y 25 en España franquiciados, como el de Salamanca, en el que comí alguna vez. ¡Felicidades!
¡Abracadabra, Caterina Glam de la Maraca mía!
Y como no todo va a ser comer, aunque sea lo más importante, tengo otra cita pendiente por culpa de los de la galería Maraca, que son los mismo que los del Chachachá Studio. Y es que estos días ofrecen en su santa sede de Dr. Cadaval 12 la exposición escultórica Abrakadabra de la artista lisboeta Caterina Glam, de la que me dice Raúl Bermúdez, capo di capi chachachalero, que nos hará sumergirnos en su característico mundo de color y magia, reflejo de ese interés suyo por la geometría y la carpintería. Intuyo que nos va a encantar la propuesta de esta artista urbana, coleccionista de “andainas” por el grafiti, el papercraft, la pintura mural y la escultura en madera.
