Un año y medio después de ser presentado, el gran icono futurista de Vigo comienza a materializarse. Este martes 9 de agosto la plana mayor del Concello participó en la colocación de la primera piedra del ascensor HALO.
Este acto en Serafín Avendaño contó con la presencia de concejales, ingenieros, arquitectos, obreros y otras autoridades y supone el pistoletazo de salida para un poco más de un año de trabajos para levantar una estructura de 90 metros de diámetro y 50 metros de altura. De esta forma y tras décadas separadas por la autopista y las vías del ferrocarril, García Barbón y Vía Norte quedarán unidas en menos de medio minuto de viaje.
"Esto es una obra de arte" señalaba Abel Caballero ante los periodistas sosteniendo una maqueta a pequeña escala que insistió en llevarse al Ayuntamiento. El alcalde fue el primer encargado en echar tierra a esta primera piedra simbólica situada por detrás de las Torres Ifer y el CEIP García Barbón.
Junto a él participaron los tenientes de alcalde Carmela Silva, Elena Espinosa, Javier Pardo y María Xosé Caride, así como el Delegado del Estado en Zona Franca, David Regades.
También estuvieron presentes los jefes de obra, el arquitecto Alexandre Mouriño y su socio portugués de NOARQ Jose Carlos Nunes de Oliveira o el director de Vialia Vigo, Juan Louro; miembros del jurado que eligió al proyecto ganador y miembros de la UTE formada por Oreco y Ferrovial que levantará este logro de la ingeniería.
Dentro de la cápsula del tiempo se incluyeron un ejemplar de los periódicos del día y una captura de pantalla de la edición digital de los medios de la ciudad, ambos con FARO a la cabeza. También se introdujo un pen drive que contiene toda la memoria del proyecto y una copia del acta de esta ceremonia firmada por los concejales presentes.
A pesar de la singularidad de este ascensor, Caballero lo enmarcó dentro del gran corredor de movilidad vertical con tracción eléctrica que llega hasta la "zona media" de la ciudad en el barrio de Casablanca y que se prolongará hasta el de Ribadavia mediante rampas mecánicas.
"Vamos a tener un Vigo distinto" señalaba el regidor, ampliamente satisfecho por la culminación de un proceso administrativo que se ha alargado seis meses más de lo previsto.
El alcalde destacó la singularidad de esta estructura que conectará dos barrios de 40.000 habitantes cada uno ya que "reúne todos los elementos de positividad" al combinar ahorro energético y de tiempo, zonas verdes, un espacio educativo y una movilidad eficiente sin emisiones.
"Este ascensor, cuando se complete, va a dar la vuelta al mundo. Es un modelo único, no hay nada igual en ningún sitio"
"No voy a exagerar, lo voy a decir como lo creo: Este ascensor, cuando se complete, va a dar la vuelta al mundo" aseveraba Caballero ante los medios congregados. En su opinión recuerda a "esculturas brillantes" y aunque dentro de un año y unos meses sería una realidad, deseó a todos los trabajadores una buena construcción sin ningún día de pausa.
"Sosiego y tranquilidad pero manos a la obra, que hay que acabar lo antes posible porque hay miles de personas que lo quieren utilizar" aseguraba antes de proclamar un "Viva el HALO y Viva Vigo".
Los primeros trabajos se ceñirán al acondicionamiento de su zona de embarque en Serafín Avendaño, calle que ya ha restringido su acceso a residentes y eliminado una de las grandes bolsas de aparcamiento en superficie gratuito del centro urbano.
Todos los arquitectos y técnicos implicados destacan la complejidad de las siguientes fases, en las que deberán coordinarse con Adif, Carreteras del Estado, Vialia o la Xunta para el izado de los pilares de su gran anillo superior -cubierto en el lado este para preservar la intimidad de los vecinos de las Torres Ifer, descubierto al oeste- pero que, como destacó Abel Caballero en una rueda de prensa posterior, "en ningún momento va a afectar a los accesos de la nueva estación de autobús".
La regeneración de esta zona se culminará con la urbanización de una nueva calle a través de Callao y Canadelo Baixo hacia el nudo de Isaac Peral después de que Concello y Adif firmaran el convenio de cesión de más de 3.500 metros cuadrados de parcelas por las que discurría el antiguo tren al puerto.
Como ya adelantó FARO el pasado 20 de abril, el elevador contará con dos cabinas independientes para seguir funcionando en caso de avería y cada una tendrá una capacidad para 15 personas. Además, contará con dos aerogeneradores de 4,5 metros de alto en sus soportes para nutrirse de energía renovable.
Su presupuesto final asciende a 12,56 millones de euros, de los cuales 5,99 llegarán a través de los fondos europeos Next Generation concedidos por el Gobierno de España para la reducción de emisiones.
