Once edificaciones viguesas cercanas a la costa podrían tener una nueva vida en un futuro no muy lejano. La Xunta de Galicia –en concreto la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda– incluye cuatro inmuebles localizados en Cíes, otros tantos en Teis, dos en Oia y uno en Alcabre en un listado denominado “Catálogo de Bienes en Servidumbre de Protección del Dominio Público Marítimo Terrestre” (DPMT) que tiene como propósito que se puedan autorizar actuaciones de rehabilitación e implantar usos dotacionales, hosteleros y hoteleros en esas construcciones. En síntesis, el Gobierno autonómico busca poner en valor la arquitectura tradicional del litoral gallego, así como impulsar su prestación de servicios en favor de la población.
En el listado –al que ha tenido acceso este periódico– aparecen el faro principal de Cíes, así como el faro de Príncipe, restos de una vivienda con un vivero de langostas y la antigua fábrica de salazón de Muxieiro (las tres también en el archipiélago olívico). Asimismo, están presentes en el inventario la fábrica de conservas Virci, la carpintería de Ribeira, el Club de Remo y el faro de Punta da Guía (todas en Teis); la casa Mújica y la fábrica de conservas Cerqueira (ambas en Oia); y el museo del Mar (sito en Alcabre).
Según destacan fuentes del departamento dirigido por Ángeles Vázquez, las construcciones recogidas en las fichas del Catálogo no son objeto de elección, sino que se trata de los inmuebles que hay “na franxa de servidume de protección do dominio público marítimo terrestre do litoral de Galicia, fóra do chan urbano e os núcleos rurais”. De las edificaciones citadas, cuatro son privadas y siete públicas.
En este sentido, el Ejecutivo de Alfonso Rueda viene impulsando dos modificaciones de la Ley estatal de Costas para devolver “o valor patrimonial” a más de dos mil kilómetros de litoral autonómico. De igual modo, buscan dotar a esas edificaciones de una mayor seguridad jurídica.
“O Catálogo é un documento do estudo pormenorizado efectuado no Plan de Ordenación do Litoral (POL) aprobado en 2011 e, en definitiva, o que pretende é aplicar medidas que redunden na protección, ordenación e mellora do noso litoral”, aclaran fuentes del Gobierno autonómico sobre este inventario en el que se identifican un total de 361 inmuebles con diversos valores (ambiental, patrimonial o arquitectónico) clasificados en cinco categorías según el tipo de construcción.
Estas, aunque algunas no estén en la ciudad, se dividen en molinos; inmuebles de usos residenciales en todas sus formas; infraestructuras de usos singulares (faros, castillos, casas rectorales, escuelas, monasterios...); inmuebles de uso industrial (conserveras, cetáreas, salazones, casas de pescadores); y edificios de ocio y hostelería.
En el caso de las construcciones de Vigo, añaden desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, son “edificacións tradicionais nos termos da Lei 2/2016 do Solo de Galicia”, y casi todas son anteriores a 1975, es decir, de antigüedad en general superior a los 50 años.
En otras palabras, son inmuebles que en el pasado no podían tener otra localización al prestar servicios necesarios o convenientes para el uso del DPMT, y que hogaño se integran en el Catálogo, cuyo objetivo es “ilustrar o alcance da proposta da Xunta de que nesas construcións poidan autorizarse intervencións de rehabilitación e implantación de usos dotacionais, hostaleiros e hostaleiros, sen incrementar en absoluto os volumes existentes, para poñer en valor a arquitectura tradicional costeira e prestar servizos á cidadanía, sen prexudicar de ningunha maneira o dominio público marítimo terrestre”.