Enésimo horizonte para la puesta en marcha de la ansiada intermodal de Vigo. Después de que el lunes el Concello diera por finalizada la obra en la rampa de acceso desde la AP-9 a la nueva estación, la Xunta señala que su apertura podría quedar nuevamente aplazada hasta el mes de noviembre.

Este nuevo retraso se debe al anuncio de Abel Caballero de este jueves de que el túnel de Lepanto y el resto de viales entre Vialia y la Autopista del Atlántico no estarán listos hasta esa fecha, por lo que el Ministerio de Transportes no permitirá el uso de este pequeño ramal a pesar de que el nuevo edificio de Urzáiz está finalizado desde el 10 de junio.

La cartera dirigida por Raquel Sánchez Jiménez ha guardado silencio durante el último mes sobre la propuesta de la Consellería de Infraestructuras que buscaba desbloquear el traslado desde la Avenida de Madrid de los servicios de autobuses interurbanos.

Sin embargo, en las distintas comisiones de seguimiento ha mostrado que “no contempla en ningún caso un permiso de apertura parcial” ya que los técnicos se oponen a los escenarios “intermedios”.

La nueva estación de autobuses que sustituirá a la inaugurada en 1989 ha requerido una inversión de 18 millones de euros y en su horizonte de puesta en marcha se han ido sucediendo plazos desde finales de 2021 hasta ahora que no se han cumplido por la pandemia, la crisis de suministro, la huelga de transportistas, la finalización de los distintos túneles accesos o la falta de entendimiento de las administraciones implicadas en la obra.

De esta forma se vuelve a paralizar el cronómetro de cuatro semanas que la Xunta debía activar para informar a operadores y usuarios del nuevo mapa de rutas.

Una vez inaugurado este complejo nudo de transportes, el avance de las obras del ascensor HALO comenzarán a provocar los primeros cortes puntuales en este tramo de la AP-9V; aunque el regidor vigués ya ha garantizado que no afectarán al tránsito de transporte público hacia esta esperada terminal.