La playa de Samil se queda como está. Por lo menos hasta que consiga una nueva entidad que sufrague los gastos. El proyecto presentado por el Concello a las subvenciones de la Fundación Biodiversidad se ha quedado en el puesto veintiocho de la lista de espera al no alcanzar la puntuación de corte de concurrencia competitiva.
Uno de los ejes centrales del proyecto era la liberación del espacio dunar, diseño y construcción sostenible de un nuevo paseo para la playa y que en su conjunto el Concello presupuestó en algo más de 4 millones de euros. La idea, que ha revoloteado varias veces en el consistorio, era recuperar el sistema dunar de la playa con la mayor celeridad posible aprovechando el fin de la concesión del mítico bar Camaleón y el también demolido restaurante As Dornas. Ahora mismo, el paseo que se pretendía reformular ya está libre de edificaciones en el tramo comprendido entre la pista de patinaje y su final en la playa de A Fonte.
En el informe presentado por el Concello se hacía hincapié en la voluntad de restaurar el potencial valor ecológico de un sistema dunar cuidado para la biodiversidad en un arenal que mide casi dos kilómetros de longitud. Se preveía la implantación de especies autóctonas y la regeneración morfológica de todas las dunas.
El Concello también consideró fundamental reservar más de un cuarto del presupuesto al impulso de la movilidad sostenible dentro del entorno de la playa más concurrida de la ciudad. Para ello, Urbanismo quería dar continuidad en el entorno del arenal al carril bici proyectado en la avenida de Europa que unirá la calle Tomás Paredes con la avenida de Samil.
La Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, es la encargada de canalizar los fondos europeos Next Generation a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En su notificación pública, el Miteco incide en que más de cincuenta propuestas habían pasado las exigencias mínimas de las ayudas, Vigo entre ellas, pero que no han podido ser beneficiarias debido a la falta de dotación presupuestaria.
