Era un secreto a voces, y cuando se presentó a las primarias para presidir el partido, ya afirmaba que le gustaría ser la candidata del PP a las elecciones municipales. Y ahora se ha confirmado. El comité electoral del Partido Popular de Vigo ha aprobado por unanimidad la designación de la presidenta de la formación y también delegada territorial de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias, como candidata a la Alcaldía en las elecciones municipales que se celebrarán en mayo del próximo año. Los integrantes de este órgano, competente en materia electoral, resaltaron de Fernández-Tapias su “capacidad de trabajo, diálogo, lealtad, esfuerzo y dedicación”, así como su “acreditada preparación y vocación de servicio público”.

Los populares son conscientes que tienen un importante y difícil reto por delante y que deberán protagonizar una remontada histórica para intentar plantarle cara a Abel Caballero. Pero se muestran optimistas. “El PP de Vigo logrará ganarse la confianza de los vigueses. Nuestro objetivo debe ser que nos vean como una alternativa sólida al actual gobierno municipal. Vigo se merece un cambio, que aporte soluciones en lugar de generar problemas, para volver a ser esa ciudad en la que nadie quede excluido y todos puedan desarrollarse en libertad”, defendió la recién nombrada candidata del PP a la Alcaldía.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el que fue uno de los grandes valedores de Marta Fernández-Tapias como la cabeza visible de los populares en la ciudad, manifestó en redes sociales su opinión sobre el nombramiento: “Hay otra forma de trabajar por Vigo: con mejor talante, con más diálogo y humildad, y con toda la pasión necesaria para defender los intereses de los vigueses. Ese cambio se llama Marta Fernández-Tapias. ¡A por todas!”.

El BNG, por su parte, criticó el nombramiento de la delegada de la Xunta como candidata del PP a la Alcaldía de Vigo. El concejal nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, aseguró que, pese a respetar todas las decisiones internas de otras fuerzas políticas, en este caso hay un evidente “conflicto de intereses”.