Con nuevos pasos hacia adelante pero pendientes de su apertura. El Concello escenificó ayer el cumplimiento de su compromiso de que los ramales de acceso de la nueva estación de autobuses estarían listos el 1 de agosto. Sin embargo, la ausencia de los permisos necesarios del Ministerio de Transportes volverán a posponer su estreno que, si bien estaba previsto para finales del año pasado, tendrá que esperar hasta que acabe el verano.

Abel Caballero visitó junto a varios concejales la rampa de 200 metros que permitirá la entrada y salida de los autocares de la futura intermodal de Urzáiz, donde tras un intenso trabajo en las últimas semanas ya no hay maquinaria de obra y “están preparados para ser utilizados”.

El regidor apuntó que la ausencia de los permisos que debían ser solicitados por parte de la Xunta para el traslado desde la actual terminal de la Avenida de Madrid iban a imposibilitar su estreno, algo que no iba a recriminar ya que es un proceso “muy complejo”.

Caballero ofreció su “cooperación” a la Consellería de Infraestructuras, algo que no trasladaba a la delegada autonómica porque “no sabe muy bien de qué habla y no entiende las cosas”.

De esta forma, el calendario continúa corriendo sin que se pueda activar la “cuenta atrás” de cuatro semanas que la Xunta necesita para comunicar a usuarios y operadoras el nuevo mapa de rutas. Desde Infraestructuras insisten en que “necesitan una fecha” para poder iniciar este traslado, algo que podría confirmarse después de la última reunión de la comisión de seguimiento entre todas las administraciones. Según recoge el acta de la misma, en ella el Concello reconocía que están a la espera de los pórticos de la cartelería necesarios para poder abrir el “eje 13”.

Y a pesar de que este 18 de agosto llegarían dos de ellos, el último no lo haría hasta el 12 de septiembre. Estas estructuras contienen la información relativa a los accesos de la estación de autobuses, por lo que una vez instaladas ya podría ponerse en servicio.

Tapias denuncia “ofensas”

En un comunicado de respuesta, la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández Tapias, advirtió que no estaba dispuesta a “aguantar más ofensas, desacreditaciones y menosprecios” por parte del alcalde vigués.

Fernández-Tapias atribuye las manifestaciones del regidor a su “creciente nerviosismo”. Por eso, le que le reclama que “debería medir más sus declaraciones y evitar las faltas de respeto” y que comunique y presente las autorizaciones que, a su juicio, todavía faltan.