“El atardecer es un asunto muy diferente en Vigo”. No sabían que el público también. Con esa primera frase entrecomillada describía la banda indie Love of Lesbian sus primeras horas en la ciudad viguesa, previas al concierto que llenó por completo el aforo del Auditorio de Castrelos y alrededores, los 5.000 que inundaron el foso y las decenas de miles que se aglutinaron en los alrededores del parque para ser partícipes de un concierto único dentro del programa municipal Vigo en Festas.

Y para despertar a las musas, nada mejor que disfrutar de uno de los placeres de la vida: el buen comer. Algunos de los integrantes de la banda se aplicaron ayer el cuento y han aprovechado la calurosa y soleada tarde de verano para pasear por el centro de Vigo. El bajista Ricky Falkner, o los guitarrista Jordi Roig y Julián Saldarriaga han decidido sacarle todo el partido a su visita a tierras gallegas, y han visitado uno de los restaurantes más conocidos de todo el Casco Vello.

El grupo de indie llegaba a Vigo de la mano de su último disco V.E.H.N (Viaje Épico Hacia la Nada) para saldar la “deuda pendiente” del grupo con la ciudad, pues hace diez años tuvieron que cancelar el concierto que tenían previsto para el Vigo en Festas debido al accidente del tren de Angrois, concierto que como la propia banda reconocía en sus redes sociales “empezó hace 9 años”.

Y quedó saldada con creces. El público pudo disfrutar de los nuevos temas de este y otros álbumes así como canciones clásicas que los catapultaron como una de las voces más aplaudidas y reconocidas del panorama, no solo indie, nacional en español.

“Vamos a presentar nuevas canciones, sin prisa pero sin pausa. Vamos a buscar momentos de catarsis y delirio que habíamos dejado un poco atrás porque nos habíamos puesto un poco más serios. Somos muy felices viendo a la gente feliz. Si hay que hacer canciones que has hecho tropecientas veces no pasa absolutamente nada. Viendo a la gente cómo disfruta, disfrutamos también. No vamos a ir a muerte, pero nos vamos a ir quitando la ropa poco a poco”, reconocía Santi Balmes, el cantante del grupo en una entrevista a FARO.

Y vaya si disfrutó con temas como “Allí donde solíamos gritar”, “Club de fans de John Boy”, “Los irrompibles” o “Sesenta memorias perdidas”, estas dos últimas de su nuevo disco, fueron algunos de los temas con los que la banda dejó su sello en Castrelos, deleitando al público más diverso, familias, jóvenes, mayores y pequeños, que se acercó en una noche cálida de verano.