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El chef Pepe Solla gestionará los eventos y la gastronomía del remozado Palacio de la Oliva

Tres de sus cinco plantas acogerán exposiciones, conciertos o congresos | Contará con un restaurante de unas 50 plazas y una coctelería con una carta más informal | La rehabilitación acaba “en mes y medio o dos meses”

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Recreación digital del aspecto final del Pazo de la Oliva Interatlantic

El nuevo Palacio de la Oliva llevará la prestigiosa firma del reconocido estrella Michelin Pepe Solla. Se encargará de la gestión de los eventos y aportará su experiencia de tres decenios en rincones de todo el mundo para insuflar vida en todos los actos que albergue a la parte gastronómica, una de las patas clave del proyecto. El chef trabaja mano a mano con Luis Cabaleiro, CEO del Grupo Interatlantic, para dar forma al remozado inmueble ubicado en el Casco Vello, arropado por las calles A Laxe, Xuanelo, Baixada Fonte y Oliva, con 4.700 metros cuadrados construidos.

“Será un edificio dinámico, una referencia de la ciudad para toda Galicia con contenidos únicos. Tenemos esa ambición. Con su puesta en marcha, se verá beneficiada toda la hostelería: cuantas más luces hagamos brillar, más se nos verá desde lejos. Queremos que sea un punto multidisciplinar, un sitio versátil para dar cabida a todo lo que pueda necesitar la ciudad”, apunta Pepe Solla a FARO. Las obras de reforma del espacio, que comenzaron en 2016, están a punto de finalizar, según informa Cabaleiro: “Es una actuación realmente compleja. Para deshacerse de la roca maciza, tuvimos que recurrir a mineros de Asturias. Y hasta aparecieron vestigios romanos. Faltan unos 40 o 45 días, dos meses como mucho”.

El renovado Palacio de la Oliva, que se pondrá en marcha con unos 200 trabajadores y un aforo para 980 personas, presumirá de cinco plantas y un parquin privado para 40 vehículos, pero con opción de llegar a 80 para dar servicio a usuarios de eventos privados. La propuesta representa “una nueva era para el entretenimiento de la ciudad”, según detallan los responsables, con múltiples usos: un espacio dará cabida a eventos culturales y artísticos; y otro, a eventos familiares, sociales o financieros. Se suman las propuestas gastronómicas, todas, con la garantía de Solla, y su ADN de centro de espectáculos culturales.

“La idea es abrir el edificio a toda la gente, no hay público objetivo”

Luis Cabaleiro - CEO de Interatlantic

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Tres plantas tendrán un carácter puramente versátil: estarán preparadas para acoger obras de teatro, exposiciones, actuaciones musicales o presentaciones de productos. “Queremos dar forma a todo lo que se les ocurra a los ciudadanos”, dejan claro Solla y Cabaleiro antes de destacar que el palacio podrá acoger, por ejemplo, desde una demostración de los mejores tatuadores de España o una muestra de pintores emergentes a congresos. “Nuestra fuerza será la capacidad para adaptarnos”, avanzan.

El inmueble contará con dos espacios permanentes en un inicio, pero, al igual que el resto de zonas, susceptibles de modificar su huella dactilar con el paso del tiempo: un restaurante de unas 50 plazas –se prevé que se llame El Olivo– y una coctelería con más capacidad que dispondrá de una carta más informal. Ambos estarán al mando del estrella Michelin pontevedrés, que traerá bajo el brazo los productos “de la mejor calidad posible”: “Casa Solla es Casa Solla, yo no vengo como Casa Solla, quiero que estos locales tengan su personalidad y fuerza. Vengo como cocinero-restaurador para darles contenido”.

Luis Cabaleiro, CEO de Interatlantic, ayer, con Pepe Solla, en la sede del grupo. Marta G. Brea

En el remozado Palacio de la Oliva, también habrá hueco para negocios hosteleros efímeros, más conocidos como pop-ups: hamburguesas novedosas, comida mexicana o propuestas tailandesas un día o un fin de semana, por ejemplo, con música en directo para potenciar la experiencia. “Esto hará que la gente pueda disfrutar del espacio más veces y ayudará a dinamizar Vigo y el Casco Vello”, explica Solla, quien asegura que su intención no es ser “referente”, sino “uno más” para que esta zona gane peso.

Los responsables buscan recuperar el espíritu del edificio: un centro de ocio

Tanto el chef como el CEO de Interatlantic destacan que las ofertas gastronómicas serán accesibles, “pensadas para todo tipo de públicos”, así como el resto de atractivos con los que contará el complejo. “La idea desde el principio es abrir el edificio a toda la ciudadanía. No habrá un público objetivo”, remarca Luis Cabaleiro antes de subrayar que el nuevo Palacio de la Oliva emergerá como un “oasis en el centro de Vigo” con propuestas de ocio y gastronómicas “diferentes” para dar respuesta a lo que busca la gente: “Será un espacio hermoso en el kilómetro cero de Vigo. Es el resultado de la colaboración de dos personas, Pepe Solla y Luis Cabaleiro, que, independientemente de sus vidas y proyectos, se unen para darle contenido al palacio y hacer algo diferente en la ciudad. Esto va más allá de nuestros negocios”.

“Va a dar cabida a todo lo que pueda necesitar Vigo, será un lugar versátil”

Pepe Solla - Chef Estrella Michelín

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La intención de los responsables es recuperar el espíritu del edificio, que fue teatro privado y un punto de referencia y ocio de la sociedad en el siglo XVII. Las primeras construcciones levantadas por los caballeros templarios datan del siglo XII; el palacio se conforma como tal hacia el XVII. Sirvió de hogar a nobles –como el Marqués de Valladares, del que toma su otro nombre–, y residencia de espías y ministros decimonónicos. Fue primigenio lugar de la ermita de Santa María y escondite-refugio de escritores famosos y poetas gallegos.

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